SANTANDER, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha desarticulado una organización perteneciente a un peligroso clan familiar dedicada a cometer robos en entidades bancarias que ha actuado en Cantabria, Burgos y La Rioja, según ha informado este martes el Instituto Armado, que ha detenido a cinco personas y recuperado parte del botín sustraído en el último atraco realizado en Puente Viesgo.
Esta organización estaba considerada como una peligrosa banda de atracadores ya que contaba con un amplio historial delictivo y varias muertes.
En la denominada 'Operación Burica' han sido detenidos, en la ciudad de Zaragoza, los hermanos J.S.P. de 60 años de edad, y L.S.P. de 43 años, como presuntos autores de tres delitos de robo con violencia e intimidación en sucursales bancarias. Asimismo han sido detenidos R.S.R. de 31 años, M.A.S.E. de 38, y R.C.M. de 59 años, por su presunta colaboración.
Además se ha realizado tres registros domiciliarios donde se han intervenido un arma corta, munición, varias armas blancas utilizadas en los asaltos, un vehículo empleado en los desplazamientos para cometer los atracos, prendas de vestir y complementos como pelucas, gorros, gafas y bufandas utilizadas para disimular y dificultar su identificación. Asimismo, se ha recuperado parte del botín sustraído en el último atraco realizado en Puente Viesgo.
La investigaciones se iniciaron a raíz de varios atracos cometidos en entidades bancarias de las localidades de Belorado (Burgos), donde los autores se apropiaron de una cantidad cercana a los 3.000 euros, Navarrete (La Rioja) y Puente Viesgo (Cantabria).
Fruto de las investigaciones, los agentes centraron sus sospechas sobre dos hermanos residentes en Zaragoza, componentes de una organización muy activa desde la década de los años 80, por lo que fueron sometidos a intensos seguimientos y vigilancias discretas.
Tras el robo perpetrado en Navarrete, los supuestos autores consiguieron ocultarse en un piso con fuertes medidas de seguridad para no ser descubiertos.
Sin embargo, tras el atraco cometido en Puente Viesgo, al pensar que no habían sido detectados y al haber disminuido las medidas de seguridad, los agentes pudieron detenerles.
PELIGROSOS.
La organización, que disponía de gran movilidad geográfica, tenía una alta actividad delictiva ya que había ido adquiriendo una gran experiencia con los años de "profesión". De hecho, ésta era su única fuente de ingresos, principal sustento y modo de vida diario. Sólo cesaban de su actividad cuando eran privados de libertad.
Antes de cometer los atracos estudiaban sus objetivos, recabando la información necesaria sobre empleados, horarios, costumbres y movimientos. Posteriormente, uno de ellos accedía al interior apoderándose del dinero, mientras otro esperaba fuera en un vehículo dispuesto para la huída.
La red mantenía fuertes mediadas de seguridad antes, durante y después de los atracos, desapareciendo un tiempo tras cada uno de ellos. Para cometer los atracos iban provistos de armas de fuego y armas blancas y no dudaban en emplear la violencia.
Esta operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, La Rioja y Cantabria, en coordinación con los Juzgados de Zaragoza y los territoriales competentes, donde han sido entregadas las diligencias.