Fomento reanuda el lunes las obras y destinará 3,1 millones más a mejorar sistemas de contención
SANTANDER, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo desprendimiento de rocas registrado este jueves ha interrumpido el tráfico en el Desfiladero de la Hermida, entre La Hermida y Lebeña, en el punto kilométrico 159 de la carretera nacional 621, Cillórigo de Liébana.
El desprendimiento se ha registrado sobre las 10.40 horas y ha obligado a cortar el tráfico en un carril durante dos horas en el citado tramo, según han informado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil de Tráfico.
A las 12.50 horas se ha restablecido la circulación en toda la vía, una vez que los servicios de mantenimiento del Ministerio de Fomento han retirado la roca de grandes dimensiones que ha caído sobre la calzada.
Este nuevo desprendimiento se produce a pocos días de la reanudación de las obras de acondiciomiento en el Desfiladero, que tendrá lugar el próximo lunes, 13 de noviembre. El Ministerio de Fomento tiene previsto invertir 3,1 millones más para mejorar los sistemas de contención frente a los desprendimientos.
Precisamente con motivo del inminente reinicio de los trabajos, el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, acompañado del jefe de la Demarcación de Carreteras, Fernando Hernández, se han reunido ayer miércoles con los alcaldes de la comarca de Liébana para informarles sobre las actuaciones previstas en el Desfiladero.
El encuentro tuvo lugar en el sede de la Delegación y el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, que se encontraba allí para presentar un proyecto, también se acercó para saludar a los alcaldes de Potes, Camaleño, Cillorigo de Liébana, Vega de Liébana, Pesaguero, Cabezón de Liébana, Peñarrubia, Tresviso y Panes, junto a los que también asistieron a la reunión representantes de la Asociación de Hostelería de Cantabria, la Dirección General de Transportes, Protección Civil, el Servicio Cántabro de Salud, la Jefatura Provincial de Tráfico y la Guardia Civil.
Ruiz y Fernández dieron cuenta del reinicio de las obras de acondicionamiento, así como de la marcha de la redacción del proyecto de acondicionamiento global de todo el trazado por el Desfiladero de la Hermida.
Asimismo, informaron de una nueva inversión aprobada recientemente por el Ministerio de Fomento para mejorar los sistemas de contención frente a los desprendimientos por un importe de 3,1 millones y con la que la cuantía total destinada a seguridad en el Desfiladero de la Hermida supera los 9,3 millones.
Sobre las obras que comenzarán el lunes, se trasladó a los alcaldes que inicialmente los trabajos no supondrán el corte total del tráfico rodado puesto que consistirán fundamentalmente en la ejecución de cimentaciones, apeos provisionales, desvíos de servicios afectados y tareas de señalización, balizamiento y seguridad.
Pero sí se producirán cortes intermitentes pero, para no perjudicar la afluencia de visitas a la zona con motivo del Año Jubilar Lebaniego, "se podrá circular con normalidad a pesar de esas interrupciones puntuales".
"Dada la angostura del corredor y la dificultad de un itinerario alternativo, si están previstos cortes totales de tráfico pero que en ningún caso se llevarán a cabo hasta enero de 2018, una vez finalizadas las fiestas de Navidad", indicaron Ruiz y Fernández.
Esta modificación en el calendario de trabajo responde a la afluencia de visitantes a la zona durante todo este año y a la autorización por parte de Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria para poder llevar a cabo ciertas actuaciones durante los meses de enero, febrero y marzo del año que viene, que hasta el momento estaban sujetas a determinados condicionantes ambientales.
CARACTERÍSTICAS DE LA INTERVENCIÓN
Esta obra, que cuenta con un presupuesto de 7,6 millones de euros, tiene por finalidad la mejora de seis tramos de la carretera, N-621, concretamente los situados en los puntos kilométricos 155,600; 156,040; 158,250; 158,700; 160,500 y 170,920.
Estos seis tramos presentan en la actualidad una situación similar, con la escasa anchura de plataforma de la carretera que limita el paso de dos vehículos simultáneamente, algo agravado por la topología rocosa de los taludes que, a veces, presentan protuberancias o salientes que producen problemas de gálibo, obligando a los vehículos a invadir el carril contrario.