Asegura que "nadie" le ha pedido renunciar al cargo y lo ve una "cuestión doméstica", por lo que seguirá de diputado y portavoz parlamentario
SANTANDER, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El hasta ahora portavoz de Ciudadanos Cantabria, Félix Álvarez, considera que su dimisión del cargo es una "cuestión doméstica", interna del partido, y por un asunto "menor", como ocultar al comité autonómico la contratación de "un día" que hizo al exdiputado Rubén Gómez para que fuera asesor del grupo parlamentario, y que no reveló para "proteger la vida privada de un compañero" después de que éste renunciara al contrato.
"Dimito porque no cuento la realidad y omito un dato", ha manifestado este viernes en una rueda de prensa en la que ha explicado que deja el puesto por el "malestar y confusión" que su decisión "personal" de no revelar dicha contratación -que contaba con la autorización de Madrid- ha provocado en "gran parte" de la militancia naranja, a la que ha "decepcionado".
"Nadie me ha pedido mi dimisión, ni en Cantabria ni en Madrid", ha asegurado a preguntas de los periodistas el que durante más de dos años ha sido líder regional de Cs, que cree que su marcha es "justa y necesaria", aunque una cuestión "puramente doméstica".
Y por eso mismo continuará como diputado y portavoz en el Parlamento, porque el liderazgo del partido no tiene "nada que ver" con la actividad en la Cámara, desde donde hay "buena relación" con la dirección regional. Además, se siente con "fuerzas" para seguir a pesar de que han sido "dos años muy duros a nivel personal".
PASAR PÁGINA
En su comparecencia ante los medios ha señalado que aunque pueda parecer "exagerado" renunciar al cargo no se arrepiente de lo que ha hecho, sino que se siente "bien" después de tomar la decisión.
"Yo lo necesitaba", ha confesado al respecto el parlamentario de la formación liberal, que ahora quiere "descansar" y "pasar página", por lo que no se plantea siquiera el concurrir a un proceso interno para asumir de nuevo en un futuro las riendas del partido.
"No quiero ni que me lo pidan", ha expresado Álvarez, que desconoce si alguien asumirá la portavocía de manera provisional o se esperará al 14 de marzo cuando se llevará a cabo la renovación del partido a nivel nacional tras la marcha de Albert Rivera por el batacazo electoral del 10 de noviembre.
Cuestionado por la crisis en Santander -que se "solucionará" el 8 de enero con las primarias de las que saldrá la nueva dirección local-, ha reconocido que "no es agradable" este tipo de situaciones, que no son "bien" vistas por los ciudadanos aunque "la política tiene estos vericuetos y virajes".
CONTRATO DE UN DÍA
Félix Álvarez, que en julio de 2017 fue fichado por Albert Rivera para dirigir Ciudadanos en Cantabria, ha explicado que el pasado 18 de noviembre y tras recibir "todas" las autorizaciones de la dirección nacional del partido -de las secretarías de Organización, Acción Institucional y Recursos Humanos- contrató como asesor parlamentario a Rubén Gómez, que una semana antes había perdido su escaño en el Congreso, al quedarse Cs sin representación cántabra en los comicios del 10N.
Según ha indicado, a Madrid le pareció "muy buena idea" esta contratación, ya que Gómez había sido diputado regional durante cuatro años (de 2015 a 2019), y desde el pasado abril había ocupado un escaño en la Cámara Baja.
Su objetivo era no "perder" el "activo" que Gómez suponía para Cs, por lo que Álvarez le insistió e incluso le presionó -ha dicho- para que firmara el contrato. Sin embargo, al día siguiente, esto es, el 19 de noviembre, el recién contratado presentó la "baja voluntaria" alegando "motivos personales".
Así, aunque el contrato se realizó desde el punto de vista administrativo, no se "consumó" porque Gómez no llegó a trabajar como asesor del grupo parlamentario. En consecuencia, como "nada había cambiado" y en aras de "proteger la vida privada de un compañero", Álvarez ocultó dicha contratación al comité autonómico, al entender que era una "cuestión menor".
De acuerdo con su versión, sí contó que se le había ofertado el puesto y que Gómez había declinado la oferta, así como que la misma seguía en vigor. Pero al trascender la existencia del contrato -para el que el líder de Cs estaba autorizado ya que es algo que entra dentro de sus competencias- Álvarez consideró que había cometido "una torpeza", por desvelar "todo menos una puntualidad".
Y cree que esto ha generado "confusión" y "disgusto" en buena parte de la militancia, por lo que ha tomado la decisión de dimitir al frente de Cs, para que los afiliados "se sientan bien".
CUESTIONES PERSONALES POR ENCIMA DE LA POLÍTICA
"Hay cuestiones personales y humanas que están por encima de la política", ha esgrimido el hasta ahora número uno del partido en la región, que en todo caso ha insistido en que solo omitió esa información para "preservar la intimidad de un compañero en un asunto menor que no se había consumado".
Y tras apuntar que "hay quien oculta o niega algún hecho porque ha cometido alguna irregularidad o ilegalidad o alguna inmoralidad", Félix Álvarez ha zanjado que "no es el caso".
Al hilo, Félix Álvarez ha agregado que él tiene "la mala costumbre de asumir responsabilidades", más en política, ámbito en él cree que ha "sufrido" más que otros por ser "mediático", dada su profesión de humorista, actor y presentador de televisión.
Para finalizar, ha recordado que no es la primera vez que dimite, pues ya lo hizo en su día como vicepresidente del Racing de Santander cuando "las cosas se torcían".