SANTANDER, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La huelga de una semana (13 al 19 de febrero) convocada por los sindicatos UGT y BUB en Bridgestone ha paralizado, según éstos, la producción de la fábrica de Puente San Miguel, tras secundarla cerca del 100% de la plantilla de producción en el primer turno de trabajo afectado por los paros, el de mañana (de 5.45 a 13.45 horas).
Según ha precisado el presidente del comité de empresa en la fábrica cántabra de Bridgestone, Luis Ruiz (UGT), el paro ha sido "total en producción y sólo han entrado a trabajar algunos directivos y personal no vinculado a la actividad productiva", lo que, ha enfatizado, "confirma el malestar y el rechazo de los trabajadores a la situación actual y a la actitud de la empresa".
Los trabajadores del turno de mañana que han secundado el inicio de la huelga general permanecen concentrados ante la entrada de la fábrica en unos paros que proseguirán en el turno de tarde (de 13.45 a 21.45 horas) y en el de noche (de 21.45 a 5.45 horas).
Los datos facilitados por la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT indican que el inicio de la huelga general también ha paralizado la actividad productiva de las fábricas de Bridgestone en la localidad vizcaína de Basauri y en la de Burgos, donde el respaldo de los trabajadores a los paros ha sido del 95%.
"Es evidente que la empresa tiene que tomar nota de la movilización mayoritaria de los trabajadores en contra de su negativa a tratar cualquier cuestión remunerativa o económica, escudándose en el acuerdo de eficacia limitada que ha suscrito con un solo sindicato del comité de empresa", ha recalcado Ruiz.
En este sentido ha advertido que las movilizaciones continuarán "hasta cuando sea necesario para que se haga justicia con los trabajadores con un nuevo convenio colectivo" que trate todas las cuestiones que se han planteado durante las negociaciones, incluidas las salariales, "por mucho que la empresa no quiera ni oír hablar de ellas".
"Nosotros ya desconvocamos una huelga como la que se ha iniciado hoy para mostrar nuestra voluntad de llegar a un acuerdo pero de poco sirvió este gesto, ya que la empresa nos tomó el pelo en la última reunión negociadora porque en realidad no querían negociar y sólo tratar algunas cuestiones relacionadas con la contratación y la jornada flexible", ha explicado el sindicalista.