Afirma que para una "comunidad pequeña" como Cantabria "poner" en un proyecto privado más de 12 o 13 millones "puede ser bastante arriesgado"
SANTANDER, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Cántabro de Finanzas de Cantabria (ICAF) ha recuperado 200.000 euros de los 12 millones de dinero público que destinó al proyecto Ecomasa --a través de Sodercan la comunidad autónoma participó con otros seis más-- y su actual director, Manuel Díaz, ve "muy difícil" que se logre reponer más.
Así lo ha afirmado este martes en su comparecencia dentro de la comisión de investigación del fallido proyecto Ecomasa que se está celebrando en el Parlamento regional, una sesión en la que, junto a él, han intervenido el responsable del Departamento Financiero del ICAF, Jesús Bulnes, y las analistas que elaboraron el informe económico-financiero sobre el proyecto Eva María Plata (senior) y Elena Saiz (middle).
El director del ICAF ha achacado que solo se haya podido recuperar esa parte al hecho de que algunas de las garantías que se fijaron "no han resultado ser lo que eran".
Según ha explicado, los 200.000 euros que ha recuperado el ICAF por la venta de la empresa Chimeneas Barcelona, que era una de las garantías para el cobro de los 12 millones puestos en el proyecto por el Instituto.
Como ejemplo, otra de las garantías era una empresa en Chile tasada en 4 millones de la que no se ha podido recuperar nada porque está actualmente liquidada.
Además, sobre la cuantía del dinero público puesta por el Gobierno de Cantabria en el proyecto, 18 millones de euros, de los cuales 12 fueron a través del ICAF y los 6 restantes a través de Sodercan, el actual director del Instituto ha opinado que para una "comunidad pequeña" como Cantabria "poner" en un proyecto privado más de 12 o 13 millones --a Ecomasa se dedicaron 18-- "puede ser bastante arriesgado". "10 o 15 millones para Cantabria es mucho", ha subrayado.
También ha aludido al impacto que para las cuentas del ICAF que tiene las pérdidas de esta cuantía.
Ha señalado que desde que se abrió el ICAF se han perdido "más de 40 millones" y ha reconocido que si esta tendencia se mantiene en el futuro "es mejor cerrarlo", aunque ha confiado en poder evitar que esto continúe.
Para "minimizar" los riesgos, el director del ICAF ha abogado por la "diversificación" de operaciones para "no poner todos los huevos en la misma cesta". De hecho, ha señalado que "esa es la vía" por la que opta la nueva Dirección.
Además, ha señalado que cuando el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, el socialista Juan José Sota, le propuso ocupar el cargo le planteó la necesidad de "corregir las pérdidas" que venía sufriendo el ICAF.
EL ANTERIOR DIRECTOR CONOCÍA EL PROYECTO, SU EVOLUCIÓN Y LOS "INCUMPLIMENTOS"
Por su parte, una gran parte de las declaraciones del resto de comparecientes se han dirigido a señalar que el anterior director, Jorge Gómez de Cos, que fue con el entró el Instituto en el proyecto Ecomasa, conocía el proyecto, la marcha y los "incumplimientos" de los promotores del mismo en los compromisos y obligaciones establecidos con el Instituto.
De hecho, los técnicos han explicado que fue el director el que les informó de la entrada del proyecto Ecomasa para analizar su viabilidad económica y financiera y quien les remitió toda la documentación para que elaborarán el informe en esa materia.
Además, ha señalado que Gómez de Cos "supervisó" el informe económico financiero realizado por las analistas antes de dar traslado al Consejo Ejecutivo, que era el encargado de dar o no luz verde definitiva a la concesión de avales o préstamos.
También, según han explicado las analistas se le dio traslado al entonces director y se le informó de las acciones de seguimiento del proyecto, como de la caída en las ventas el primer año a la mitad de lo previsto y de los "riesgos" que suponía para el ICAF a la hora de recuperar la inversión.
Además, han asegurado que el entonces director conocía, porque se le informó, los "incumplimientos" que estaba comentiendo la empresa de sus compromisos con el ICAF.
Los trabajadores han matizado que su "misión" era la de informar "a quien tenían por encima", esto es al director, aunque han asegurado desconocer qué hacía Gómez de Cos con esta información "de ahí para arriba" o si se transmitían al Consejo Ejecutivo del ICAF.
Las analistas del ICAF han negado haber recibido "presiones" a la hora de realizar el informe económico-financiero y han considerado "razonable" y "adecuado" el tiempo que tuvieron para hacerlo, aproximadamente "un mes y medio".
Sí han reconocido que "estaba sobre la mesa" y "todos" en el ICAF "sabían" que había "cierta prisa" por el informe dado que el proyecto Ecomasa intentaba dar respuesta al despido de los trabajadores en Teka y recolocarles.
Por su parte, el director del ICAF ha sido cuestionado acerca de las posibilidades de que el Gobierno regional PRC-PSOE hubiera seguido aportando el dinero y cumpliendo con el plan de viabilidad, hecho sobre el que ha señalado que desde que él llegó a su cargo, apenas un mes después de que se admitiera a trámite la solicitud de concurso de acreedores, el administrador concursal "tuvo claro" en que la empresa no tenía continuidad y debía ir a liquidación.