La Guardia Civil desarticula dos organizaciones que introducían hachís en España para su posterior distribución internacional
SANTANDER, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha desarticulado dos organizaciones dedicadas a la introducción de hachís en grandes cantidades en España y su posterior distribución internacional. Se trata de la operación 'Araticu', que se ha dirigido desde Cantabria, y se ha saldado con 26 detenciones y la intervención de 4.350 kilos de hachís, más de 350 gramos de cocaína, diferentes cantidades de marihuana y ketamina, 234.000 euros y 10.000 dólares americanos, 17 vehículos y 71 teléfonos móviles.
De los 26 detenidos, 18 son marroquíes, siete españoles y uno holandés. Las detenciones se han realizado seis en Vizcaya, seis en Guipúzcoa, tres en Cantabria, tres en Madrid, dos en Málaga, dos en Burgos, dos en Vitoria, una en Cádiz y una en Palencia, ingresando en prisión 16 de ellos.
La operación ha sido desarrollada por los equipos de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil de Cantabria y Málaga, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción nº 3 de Santander y el fiscal antidroga del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.
Las dos organizaciones desarticuladas estaban afincadas en el norte y sur peninsular, principalmente en el País Vasco y en las provincias de Málaga y Cádiz, y aunque funcionaban de forma independiente, estaban vinculadas a una tercera de Marruecos, desde donde introducían el hachís en Andalucía.
De allí se trasladaba al Norte de España, donde se quedaba una parte y la otra se introducía principalmente en Francia, Holanda y Bélgica. Para el transporte de la droga se utilizaban coches importados preparados con sofisticados 'dobles fondos' que se abrían con sistemas mecánicos y pulsos electromagnéticos.
Los detalles de la operación han sido presentados este jueves en rueda de prensa por el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, el coronel jefe de la Guardia Civil de Cantabria, Luis del Castillo, y el teniente jefe del equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), Alfonso Serrano.
Según han explicado, la instrucción la concluirá el juzgado de Santander que ha dirigido la operación y el juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de Cantabria, a menos que se decida derivar a la Audiencia Nacional por la envergadura de la operación, en la que han colaborado unidades de la Guardia Civil en las tres provincias vascas, Madrid y Algeciras.
La operación se denominó 'Araticu', que es una fruta de Paraguay, porque el principal investigado procede de ese país.
UN VECINO DE PARBAYÓN, EL PRINCIPAL INVESTIGADO EN CANTABRIA
La operación comenzó en agosto de 2016 cuando la Guardia Civil de Cantabria comenzó a vigilar a un vecino de Parbayón que realizaba frecuentes viajes al sur del país y que se sospechaba que estaba traficando con cantidades importantes de hachís y cocaína. Según ha explicado Serrano, "se había hecho fuerte en Cantabria" porque el hachís que vendía, "era de la mejor calidad" que había en la región.
En uno de esos viajes, se reunió en un centro comercial de Madrid con un vecino de Marbella, cuya esposa era la única administradora de una sociedad que poseía diversos inmuebles por la Costa del Sol sin constarle actividad productiva alguna y al que los investigadores vinculan con un alijo de 2.460 kilos de hachís incautado en San Roque (Cádiz) en diciembre de 2016.
Desde ese momento se comenzó el trabajo conjunto entre los EDOA de la Guardia Civil Málaga, que se encarga de la investigación del sur peninsular, y los de Cantabria que se encargaban de las indagaciones relacionadas con el norte.
VEHÍCULOS Y DOBLES FONDOS
Las siguientes intervenciones fueron dirigidas a la detección de los vehículos utilizados para introducir el hachís al norte peninsular, comenzando con una primera incautación en febrero de este año en Aguilar de Campoo, en la que se intervinieron 46 kilos de hachís que iban a ser recibidos por el vecino de Parbayón, seguida de otra en Vizcaya, en la cual se intervinieron unos 245 kilos de hachís en el interior de una furgoneta con matrícula holandesa conducida por un ciudadano de ese país.
Al vecino de Parbayón le incautaron al regresar de un viaje más de 700 kilos de hachís y 360 gramos de cocaína, y a primeros de junio se detuvo a otro transportista con algo más de 50 kilos de hachís ocultos en un doble fondo de su vehículo.
A partir de ese momento los investigadores se centraron en localizar e identificar a todos los componentes de ambos grupos organizados. A primeros de abril desarticularon el grupo afincado en el País Vasco, efectuándose registros y detenciones coordinadas de forma simultánea en Durango, Matiena, Zumaia y Vitoria, así como en Madrid (rama de la organización con logística en la capital del país). Las actuaciones se saldaron con la incautación de otros 300 kilos de hachís.
A finales de mayo se desarticula el grupo afincado en Málaga, interviniéndose más de 500 kilos de hachís en uno de los principales punto de ocultación detectados en la provincia de Cádiz. Además se procedió a la aprehensión de 210.000 euros y 10.000 dólares americanos en efectivo, que se hallaban ocultos bajo el zócalo de la cocina en una de las viviendas de la sociedad investigada.
Los investigadores detectaron que el jefe de la organización de Málaga, con diferencia el detenido de mayor nivel jerárquico, disponía la entrada y distribución de gran número de alijos de hachís. A su vez, esta persona había tejido un entramado de bienes inmuebles ocultos tras una empresa que no tenía actividad alguna, para de esta manera, presuntamente, blanquear los beneficios obtenidos por el tráfico de drogas.
Con la colaboración de la unidad de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria se ha realizado una investigación patrimonial del reseñado y su mujer, administradora de la empresa, procediéndose finalmente al bloqueo de ocho cuentas bancarias y cuatro inmuebles en la zona de la Costa del Sol valorados en más de 850.000 euros.
Colateralmente, la investigación ha permitido esclarecer un homicidio cometido en Madrid, con el que se relaciona a uno de los detenidos marroquí.