La mujer fue hallada en el suelo del asiento trasero de su coche amordazada y con bolsas de basura cubriendo parcialmente el cuerpo
MADRID/SANTANDER, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La investigación de la Guardia Civil apunta a que los dos hermanos menores de edad de Castro Urdiales (Cantabria) mataron a su madre asestándole varias puñaladas y luego trataron de simular un secuestro como coartada, para lo que llamaron a su abuela, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
La víctima, una mujer de 48 años y vecina del municipio cántabro, fue hallada en el suelo del asiento trasero de su coche amordazada y con varias bolsas de basura cubriendo parcialmente el cuerpo. Presentaba varias heridas por arma blanca y la investigación, de forma preliminar, apunta a que la muerte fue causada al ser apuñalada en el cuello.
También hay constancia de una riña familiar antes de estos hechos, aunque la investigación tiene aún que determinar su posible relación directa con la muerte de esta mujer, según las citadas fuentes.
Para dar con el paradero en un parque pasadas las dos de la madrugada de los dos menores, que proceden de Europa del Este y son hijos adoptivos de la víctima, resultó clave una llamada con un teléfono que realizaron a su abuela, en lo que los investigadores sospechan que era un intento de simular un secuestro como coartada del homicidio. El padre se encontraba por motivos de trabajo fuera de Cantabria.
El cuerpo sin vida de la madre apareció sobre las 20.45 horas del miércoles con signos de violencia y amordazada dentro de un coche en la calle Monte Cerredo de Castro. Desde el primer momento se descartó un delito de violencia de género y se desplegó un dispositivo de búsqueda para localizar a los dos menores, lo que ocurrió pasadas las dos de la mañana en el Parque Cotolino de la localidad.
La Guardia Civil detuvo al mayor de ellos, como investigado por lo sucedido, ya que el más pequeño es inimputable al tener menos de catorce años. Ambos pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores de Cantabria y por ahora no constan denuncias previas que tuvieran relación con lo ocurrido.
Por ahora, el chico de 13 años ha ingresado en un centro de protección de menores, por indicación de la Fiscalía de Menores, a cuya disposición está su hermano, de 15, al que se considera presunto autor de los hechos y que sí sería imputable, a diferencia del anterior.