SANTANDER, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Fundación Marcelino Botín, Javier Botín, ha reafirmado este jueves en Santander el compromiso de la entidad que preside, fundada hace ahora 53 años, de contribuir al desarrollo social de la ciudad, del resto de la región y del conjunto del país.
Porque "la misión de la Fundación no es otra", ha dicho su máximo responsable, "que contribuir al desarrollo social de Santander, de Cantabria y España". Así lo ha subrayado durante el discurso que ha pronunciado al recoger la Medalla de Oro de Santander, acto en el que ha asegurado que desde la entidad responden a este reconocimiento "con compromiso", es decir, "dejando claro y reiterando aquí nuestro firme compromiso de poner el máximo empeño y lo mejor de nosotros mismos para continuar, día a día, con la labor encomendada".
Botín ha recibido la distinción (la trigésima Medalla de Oro de Santander) de manos de la alcaldesa, Gema Igual, quien ha explicado por su parte que esta concesión sirve para que los ciudadanos puedan distinguir "al mecenas generoso, cuidadoso y ambicioso, que les permitió estudiar, crear y triunfar", al tiempo que el galardón constituye un "simbólico pago único -nunca último- a cuenta de la deuda de gratitud contraída" por los santanderinos el 18 de abril de 1964, cuando fue creada la Fundación.
Al acto han asistido el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y los consejeros de Presidencia, Rafael de la Sierra; de Economía, Juan José Sota; de Educación, Francisco Fernández Mañanes, y representantes de la cultura y de la sociedad cántabra.
LABOR FUNDACIÓN
De su labor, contribuir al desarrollo social, Javier Botín ha resaltado que es precisamente "lo que hicieron los fundadores y quienes les sucedieron": Marcelino Botín Sanz de Sautuola y Carmen Yllera, que fueron los creadores, y los sucesivos presidentes, entre ellos su padre, Emilio Botín, expresidente del Banco Santander y que falleció en septiembre de 2014.
Fue el promotor del Centro Botín, que se empezó a construir en 2012 y que fue inaugurado por los Reyes de España el pasado 23 de junio, desde cuando ha recibido cerca de 800.000 visitantes, de los que más de 100.000 han accedido a las exposiciones inaugurales o han participado en las actividades programadas.
"Si pusimos en marcha este proyecto fue porque era la mejor forma de responder a la misión de la Fundación, que no es otra que contribuir al desarrollo social de Santander, de Cantabria y de España, y por nuestra convicción de que pocas cosas como el arte y la cultura pueden contribuir a nuestro desarrollo personal y al desarrollo social y económico de nuestra sociedad", ha ensalzado el presidente de la Fundación.
También ha recordado que el Consistorio otorgó la Medalla de Oro de la ciudad a la Fundación en 2010, --distinción concedida como reconocimiento de la ciudad a la contribución de la entidad al impulso de la cultura, la educación y la ciencia, la promoción del talento y el apoyo a programas sociales y en el ámbito de la sanidad--, y que Emilio Botín aceptó "encantado" por su "importancia" y por el "especial significado" que tenía, a pesar de que "no le gustaba nada recibir reconocimientos".
Pero por "diversas circunstancias" no ha sido posible formalizar la entrega hasta ahora, ha apuntado Javier Botín, que ha aprovechado para hacer extensivo el agradecimiento, en nombre de la Fundación, a quien entonces regía la capital cántabra, Iñigo de la Serna, -que desde el pasado mes de noviembre dirige el Ministerio de Fomento- al equipo municipal y a todos los santanderinos.
MEDIO SIGLO DE LA FUNDACIÓN BOTÍN
"Esta Fundación existe gracias al enorme acto de generosidad que tuvieron el tío Marcelino y la tía Carmina, no solo creando la Fundación, sino además nombrándola heredera universal de sus bienes", ha recordado Javier Botín, que también ha ensalzado la figura de su abuelo, Emilio Botín San de Sautuola y López, que sucedió al fundador en la presidencia de la entidad hasta 1993.
Y es que sin "las aportaciones" que hicieron su abuelo y su padre, "la Fundación no sería lo que es hoy": una entidad que desarrolla su acción social gracias a las rentas que le proporciona su patrimonio.
"El patrimonio de la Fundación Botín, el que nos permite invertir en la sociedad para generar desarrollo, está hecho de las aportaciones que hicieron, en cantidades similares, los fundadores, posteriormente nuestro abuelo, y finalmente nuestro padre", ha recordado Javier Botín, para resaltar que se trata de personas que "quisieron dedicar una parte muy importante de su patrimonio a la filantropía, porque así entenddían su condición de banqueros y empresarios".
"Tenían la convicción de que los empresarios tenían no solo la misión de crear riqueza para sus empresas, accionistas y empleados, sino también en general para la sociedad en la que vivían. Y siempre actuaron de acuerdo a esa convicción", ha asegurado el presidente actual de la Fundación, que ha añadido al respecto que esa forma de entender la labor empresarial no sólo dio origen e hizo crecer la entidad, sino que "siempre formó parte esencial de la identidad de las compañías que dirigieron, que hoy son también instituciones punteras en el mundo de la responsabilidad social corporativa".
A continuación, ha repasado el medio siglo de existencia de la Fundación Botín, bajo el mandato de los tres presidentes que le precedieron en el cargo, y ha señalado que ha evolucionado en paralelo a la transformación que ha ido experimentando el sector social en España. Y "en muchos momentos no solo acompañando ese cambio, sino liderándolo".
"Una evolución de la que, sin falsas modestias, podemos estar orgullosos, porque el sector social española es ya un actor absolutamente imprescindible en nuestra sociedad y un importante motor de su economía", ha concluido.