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EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 3 agosto 2017 14:08


SANTANDER, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

Julio, en general, ha sido un mes ligeramente cálido en los valles de la vertiente cantábrica y muy cálido en los valles interiores, donde la insolación ha sido más alta. Además, la escasez de lluvia ha sido característica común a casi toda la región, por lo que el mes ha resultado seco en la vertiente cantábrica y muy seco en Liébana y Los Valles. Solo en las cabeceras orientales la precipitación recogida ha alcanzado los valores normales.

Son datos del avance climatológico del mes de julio en Cantabria que ha facilitado hoy la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El mes ha transcurrido bajo condiciones típicamente anticiclónicas. Ocasionalmente, el desarrollo de bajas presiones sobre la Península Ibérica y norte de África ha generado episodios con chubascos tormentosos, aunque con poca precipitación e irregularmente repartidos.

En estas condiciones, la nubosidad ha sido relativamente abundante, la insolación algo más baja de lo normal, y aunque la precipitación ha sido escasa, el número de días con lluvia apreciable también ha resultado elevado --entre 13 y 16 días--.

Después de las lluvias de junio, la precipitación no llegó hasta el final de la primera decena, cuando se produjo el primer episodio de tormentas. Afectaron principalmente a las cabeceras de los ríos cantábricos y aunque en algunos casos resultaron intensas, dejaron poca precipitación.

Las temperaturas diurnas subieron por encima de los 30 grados centígrados como consecuencia de la primera invasión de aire africano.

La segunda decena continuó con cielo nuboso y lloviznas, con un apreciable ascenso de las temperaturas máximas causado por una nueva invasión de aire cálido procedente de la Península, que hizo subir las temperaturas por encima de 35 grados el día 18 y precedió a una jornada de chubascos y tormentas.

A partir del día 20, la retirada del anticiclón permitió la llegada de vientos de procedencia marítima, más frescos y húmedos, con lluvias frontales que dejaron poca precipitación, salvo en las zonas altas de los valles del Pas y del Asón, donde se acumularon más de 30 litros por metro cuadrado de lluvia en dos jornadas.

Las observaciones del Aeropuerto de Santander indican que el viento ha soplado un poco por debajo de la media del mes y que la insolación también estuvo un 10% por debajo de la esperada, totalizando 175 horas de sol.

Se han detectado 241 descargas procedentes de rayos sobre la región, repartidas en cinco días, de las que 200 fueron el día 9.

Por lo que se refiere a los valores extremos, la temperatura máxima más alta fueron los 37,7 grados registrados el día 18 en Tama, mientras la mínima más baja corresponde a 1,9 grados el día 15 en Nestares.

La máxima precipitación recogida en 24 horas fueron 23 litros por metro cuadrado el día 23 en Altamira, mientras la racha máxima de viento, de 74 kilómetros por hora, se detectó el día 18 en Tresviso.

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