Oria destaca la faceta de concienciación del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria

Actualizado: viernes, 15 octubre 2010 15:59

En cuatro meses ha recogido 127 ejemplares de 32 especies

SANTANDER, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria, ha visitado el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, ubicado en Obregón (Villaescusa) y ha explicado que con esta instalación su departamento "se dota de una herramienta más para la conservación de nuestro patrimonio natural". En este sentido, ha confiado en que el centro permita "aumentar la conciencia y sensibilización de la sociedad sobre la importancia de ese patrimonio" con el fin de que "se reduzcan los casos de animales heridos a meros accidentes".

El centro, situado en las proximidades del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, ha contado con una inversión de 658.000 euros y servirá como residencia temporal, hasta su completa rehabilitación, de animales encontrados en el medio natural que carezcan de las condiciones necesarias para sobrevivir. En él recibirán los cuidados y tratamientos necesarios con el fin de que su vuelta al medio natural se realice con mayores probabilidades de éxito.

De esta forma, se pretende evitar la pérdida de especies de gran valor ecológico, algunas de ellas amenazadas de extinción. Oria ha señalado al respecto que está instalación se convierte en el "punto de referencia para la recogida, tratamiento y posterior liberación de animales que por tener disminuidas sus capacidades no pueden valerse por si mismos".

El Centro de Recuperación se ha construido sobre una parcela de unos 5.000 metros cuadrados, propiedad del Gobierno de Cantabria, y sus instalaciones ocupan una superficie de 1.295 m2, repartidas en cinco módulos.

En los cuatros meses que lleva en funcionamiento, a pleno rendimiento, se han recogido 127 ejemplares de fauna silvestre de 32 especies diferentes, de los que 25 murieron en el traslado al centro o nada más ingresar al mismo, 48 han sido recuperados y liberados al medio natural y 21 están en fase de tratamiento.

En 33 de los casos, la gravedad de las lesiones y de su estado físico ha hecho imposible su recuperación y han tenido que ser sacrificados.

El 70 por ciento de los ejemplares que han entrado al centro son aves rapaces, mientras que las aves marinas son el segundo grupo en importancia.

Las causas de entrada más frecuentes son las colisiones con automóviles, vallados o líneas eléctricas. También es frecuente la recogida de crías de primer año huérfanas o que han sido expulsadas del nido por alguno de sus hermanos y que no son capaces de alimentarse por si mismas.

CENTRO DE RECUPERACIÓN

Este espacio, que no es visitable ni es un zoo, nace con el objetivo de reintegrar a los animales al medio natural después de someterles al tratamiento adecuado. Para conseguir la difusión de sus funciones se ha editado un tríptico que será difundido con el objetivo de informar sobre cómo se avisa para la recogida de esos animales y cuáles son las condiciones mínimas que hay que cumplir para evitar daños indeseados.

El coste de la obra, tanto la inversión como la dotación del centro, ha sido asumido por la Consejería de Desarrollo Rural, así como todos los gastos derivados de su gestión y mantenimiento. En él trabajan cinco personas --una veterinaria, un técnico y tres operarios-- dependientes de la empresa pública TRAGSA, a quienes las Consejería ha encargado una encomienda de gestión.

Este centro dará solución a los hallazgos fortuitos y puntuales de especies silvestres heridas o enfermas, haciendo posible su recuperación y, en el mejor de los casos, su regreso a la vida en libertad. Por otro lado, permitirá abordar situaciones de crisis con un alto nivel de individuos afectados, como las que se derivan de catástrofes ecológicas, contribuyendo así a la concienciación entre la población de la necesidad de la conservación de la fauna silvestre.

Los ejemplares que aún teniendo condiciones para vivir en cautividad no las tienen para sobrevivir en libertad, por ejemplo las aves que no pueden volar, son trasladados a los centros de cría en cautividad oficialmente reconocidos. Finalmente, aquellos ejemplares cuyas condiciones no permiten asegurar una vida en condiciones dignas, por ejemplo animales con graves amputaciones, son sacrificados.