Pide "ser conscientes cuanto antes" del "enorme reto" que supone la lucha contra la corrupción: "Nos jugamos mucho en ello"
SANTANDER, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Móstoles (Madrid), Pablo Ruz, ha asegurado este jueves en Santander que los jueces españoles tienen "muchos problemas" para lograr una "eficacia óptima" en su labor de lucha contra la corrupción y ha asegurado que "desgraciadamente" no tienen la ayuda de profesionales "independientes" como los que tiene la Fiscalía Anticorrupción.
Así, ha destacado la necesidad de que los jueces sean "ayudados por terceros" para investigar la corrupción porque "es una materia muy compleja", ya que, ha añadido, no se forma a los jueces, por ejemplo, en materia de contabilidad. Por ello, se muestra a favor de que los jueces tengan la ayuda de los "auxiliadores de la Administración", en referencia a los inspectores de Hacienda o de la Intervención General del Estado.
Quien fuera juez instructor de procedimientos como el caso Bárcenas, la trama Gürtel o el caso Rumasa, lamenta que en la actualidad "contar con su presencia puede llegar a convertirse en una pequeña odisea", y defiende que estos profesionales sean "buenos e independientes" como, a su juicio, los tiene la Fiscalía Anticorrupción.
Asimismo, ha pedido "ser conscientes" del "enorme reto" que supone la lucha contra la corrupción. "Nos jugamos mucho en ello", ha apostillado durante su intervención este jueves en el encuentro 'Periodismo de investigación' en los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander bajo el título 'Corrupción Vs Justicia'.
Además de asegurar que para el ejercicio de una "buena" labor judicial "se necesitan recursos, tiempo, contexto, credibilidad, testimonio, contraste y verificación", Ruz también ha hecho mención a "problemas cotidianos" a los que se enfrentan los jueces en el ámbito de la corrupción, "como saber de qué se habla cuando se habla de corrupción".
"NO HAY ESPECIALIZACIÓN SUFICIENTE" POR PARTE DE LOS JUECES
Esto se debe, en su opinión, a que hay "cierta indefinición" en lo que supone un delito de corrupción --ha hecho referencia a los de prevaricación, cohecho o tráfico de influencias--. Igualmente, ha reivindicado que la lucha contra la corrupción sería más "efectiva" con profesionales "especializados", ya que, en su opinión, "no hay especialización suficiente" por parte de los jueces.
En este sentido, ha defendido que los jueces serán "más eficaces" cuanto más especialicen su trabajo, por lo que se muestra más a favor de la especialización que de priorizar la antigüedad de los jueces. Del mismo modo, ha asegurado que "las investigaciones no pueden dejarse a la suerte o al albur de lo que quiera pelearse el juez con el mundo para que le hagan caso".
Ruz también se ha referido al "afán" de aglutinar "hasta el último fenómeno de corrupción en macrocausas", que tienen como consecuencia investigaciones que se alargan durante años y que sea "ingobernable" luchar contra la corrupción.
En este sentido, y preguntado por la percepción social de que la Justicia es lenta, asegura que "es una realidad" que las investigaciones "tardan mucho" y cree que puede salvarse "separando las piezas, huyendo de los macroprocesos". A su juicio, esto "sería más beneficioso para todos".
"PARTIDARIO" DE UN DERECHO PROCESAL ESPECIAL
En otro orden de cosas, Ruz ha comentado que "difícilmente" pueden "inventarse" nuevos tipos penales y se ha mostrado de acuerdo con que "no puede corromperse el Derecho Penal", hasta el punto de que ha afirmado que "no se puede crear una especie de ley penal especial" para combatir la corrupción.
Por el contrario, sí es "partidario" de un Derecho Procesal especial que consista en dotar de medios a los juzgados cuando los requieran porque "tenemos la capacidad de tener una mayor agilidad", por ejemplo, priorizando los medios y facilitando, por ejemplo, los peritos que se necesiten.
Finalmente, ha criticado que los jueces "hacemos muy mal" el trabajo de proteger a quien "se la juega para denunciar" un caso de corrupción, ha asegurado que hay que "revisar" la categoría de los aforamientos con "privilegios" que "se justifican muy mal" en la actualidad y ha explicado cinco "máximas" para la labor judicial.
En concreto, que "hay que permanecer con los pies pegados al suelo", ser "serios", tener una "máxima determinación", "no perder la decencia" e "implicar" a la sociedad en la tarea judicial.