Actualizado: viernes, 25 agosto 2017 13:28

El alcalde asegura que sufren "la mayor sequía que se conoce"

SANTANDER, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Pesaguero, en la comarca de Liébana (Cantabria), ha dictado un bando y ha colocado carteles en la localidad de Dosamantes, en los que pide a vecinos, veraneantes y turistas que "no rieguen" las huertas ni "llenen las piscinas" de las casas.

La petición se debe a la escasez de recursos hídricos por la ausencia de precipitaciones en los últimos meses, tanto en forma de lluvia como de nieve, y que ha ocasionado "la mayor sequía que se conoce".

Así lo ha asegurado a Europa Press el alcalde, Vicente Vélez, quien ha precisado que el pueblo de Dosamantes es el que "peor" está de todo el municipio, mientras que el resto de núcleos no se ven por ahora afectados por esta situación, sino que están "bastante bien" de reservas de agua pese a que también se han "mermado".

EL MANANTIAL SE HA SECADO

Pero en Dosamantes, que cuenta normalmente con unos diez vecinos, aunque en verano ve "triplicada" su población, hasta alcanzar la treintena, el manantial que surte agua "se ha secado".

Así, mientras otros años manaba hasta 50 litros por minuto, este verano "nada", ya que "caerán tres o cuatro litros", según estimaciones del alcalde, que achaca esta situación a que desde junio de 2016 en la zona "solo ha caído algún chaparrón", pero no ha nevado ni se han registrado temporales.

A esto se une el depósito construido hace 15 años, de 15.000 litros de capacidad, que es "una birria", en palabras de Vélez, pues "se gastan diariamente", más en la época estival, cuando abren negocios de hostelería (restaurantes) y de hospedaje (casas rurales y apartamentos).

Y mientras en otras localidades del municipio, como Lerones, bombardean agua "en invierno y en verano", en Dosamantes no pueden hacerlo, al estar pendiente de ejecución la segunda fase de la potabilizadora proyectada.

También hay que tener en cuenta, como apunta el regidor municipal, la ganadería, en un pueblo en el que las vacas están "sueltas" (en los prados) pero donde "está seco todo". "No hay que dejar que se mueran", ha apelado.

TEMBLANDO POR LOS INCENDIOS

"De seguir así, no sabemos cómo terminará esto", ha reflexionado el alcalde de Pesaguero, donde tienen "miedo" -están "temblando"- ante posibles fuegos forestales. "Si hay un incendio un día, es muy gorda", ha avisado, para alertar de que el monte está "sucio y seco". "Es una candela si un día arde todo esto", ha concluido.

RAMALES DE LA VICTORIA

El Ayuntamiento de Ramales de la Victoria también ha procedido a limitar el uso de agua ante el aumento del consumo y la sequía, prohibiendo su utilización para riego de fincas, parcelas, huertas, lavado de vehículos, llenado de piscinas y cualquier otro uso que no sea el doméstico, industrial o para el ganado.

Esta regulación se estableció en un bando emitido por el alcalde, César García, al amparo del artículo 5 de la Ordenanza Regaladora de la Tasa de Suministro de Agua.

El regidor explicó que el aumento del consumo producido por el incremento poblacional del municipio durante el verano, unido a la sequía existente en la región, "han llevado a tener que tomar esta determinación".

CAMIONES CISTERNA

La Consejería de Medio Ambiente de Cantabria autorizó ayer la celebración de un contrato por importe de 50.000 euros y procedimiento de urgencia para transportar agua potabilizada en camiones cisternas a los pueblos de la región afectados por la sequía.

Se trata de pequeños núcleos, ubicados en las zonas altas de las comarcas de Liébana y Campoo, que en verano ven incrementada notablemente su población, pasando en algunos casos de "escasos" cinco vecinos a cerca de medio centenar de habitantes, con lo que sus recursos hídricos se ven fuertemente mermados hasta casi desaparecer.

El objetivo es el abastecimiento mediante camiones cisterna, ante la situación de sequía que está afectando al suministro de agua potable en diversos puntos de la región y de acuerdo al Plan de emergencia contra los efectos de la escasez o ausencia de precipitaciones y aumento del consumo.

Ante esto, se ha diseñado un sistema programado de suministro de agua potable rotativo, mediante camiones cisterna, de unas 10/12 toneladas, mediante un recorrido igualmente programado para tener los depósitos reguladores de cada una de las entidades menores con el nivel de agua "suficiente". El objetivo es asegurar el suministro de agua potable durante el periodo estival.

Y es que en verano, algunas localidades ven incrementar su población de unos "escasos" 5 habitantes hasta cerca de medio centenar, y sus recursos se ven en consecuencia "mermados hasta niveles de ausencia casi absoluta".

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