Siembre de almejas
GOBIERNO
Actualizado: jueves, 1 diciembre 2016 12:19

SANTANDER 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de 15 mariscadores de Santander y técnicos del Servicio de Actividades Pesqueras de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación procedieron ayer, durante la bajamar de la mañana, a la siembra de 350.000 unidades de almeja fina (Ruditapes decussatus) en diferentes zonas de la bahía de Santander.

Esta medida, que ha anunciado hoy el Gobierno de Cantabria en un comunicado, se enmarca entre las establecidas para el desarrollo del Plan de Recuperación de los bancos de almeja que el Ejecutivo puso en marcha el otoño de 2015.

Con la siembra de estos ejemplares se complementa la siembra de almeja japonesa realizada hace un año en la bahía, ya que se trata de las dos especies que tradicionalmente se explotan en la región.

Según el diseño del Plan, cada especie se ha de sembrar dentro de un área concreta, cuya localización está determinada por un análisis previo del hábitat potencial, valorado por los técnicos de la Consejería. A pesar de que la almeja japónica es una especie alóctona, los estudios realizados en este espacio han demostrado que los requerimientos de hábitat de cada una de las dos especies difieren entre sí, lo que las permite convivir en el mismo entorno.

Para la siembra realizada esta semana, las zonas elegidas se han dispuesto en función de los datos de hábitat potencial establecidos por los técnicos y las preferencias del sector marisquero, representado por la cooperativa 'La Campanuca'. Así, han sido elegidas dos zonas, una en los páramos de la zona de Pedreña conocida como 'La Barquería' y otra en Pontejos.

En la zona de Pedreña se han sembrado un total de 160.000 unidades de almeja fina dispuestas en 13 parques de 20 metros cuadrados cada uno. La densidad de siembra ha sido de 600 individuos/metros cuadrados, lo que corresponde a 12.000 ejemplares por parque.

En la zona de Pontejos se han sembrado un total de 200.000 unidades de almeja fina de 10-15 milimetros de tamaño. En este caso, dada la particularidad del sedimento, que en algunas zonas es muy blando y fangoso y en otras es más arenoso, se ha llevado a cabo la siembra de dos maneras: en las zonas donde el sustrato era más duro, los parques se han cubierto con la malla protectora de 6x4 milímetros. Sin embargo, en las zonas más fangosas donde las redes no tienen agarre, se han delimitado con estacas dos parcelas de unos 15 metros cuadrados cada una.

En ambas zonas la almeja sembrada tenía un tamaño que oscilaba entre los 10-15 milímetros. Tras la siembra los parques se cubrieron con mallas protectoras de 4x6 milímetros para reducir la depredación y el posible arrastre por corrientes y oleaje.

Disponer de las dos especies en el estuario va a permitir a los mariscadores sacar un mayor rendimiento de los páramos, ya que la japónica, a pesar de tener un valor gastronómico más bajo que la fina, tiene un crecimiento más rápido, lo que va a permitir al sector subsistir en las épocas en las que la almeja fina, de crecimiento más lento, aún no esté disponible.

La repoblación de los bancos de almeja requiere la veda de las zonas sembradas, tanto para la extracción de almejas como para la de cualquier otro recurso, por lo que estas zonas permanecerán cerradas al marisqueo y a la extracción de cebo por parte de los recreativos mientras sigan actuando como parques guardería, esto es, zonas de estabulación de almejas madres encargadas de la dispersión de larvas por toda la bahía.

Esta situación deberá mantenerse hasta que los estudios técnicos verifiquen que la repoblación está surtiendo efecto, momento en el cual se tomarán nuevas medidas de ordenación en este entorno.

A lo largo de los próximos meses, y en función de la climatología y la disponibilidad de semilla, la Consejería tiene programado realizar la siembra del resto de unidades de almeja fina hasta completar el millón de ejemplares que se han previsto, las cuales se irán distribuyendo por los diferentes estuarios de la región.

Más noticias

Leer más acerca de: