PP de Cantabria actuará "con la normativa" para "impedir" intentos de destruir a partido

   Insta al expresidente del partido a "desautorizar los movimientos de sus afines"

   SANTANDER, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El PP de Cantabria ha avisado que quien "no reconozca" a la nueva Dirección regional del partido, emanada del 12 Congreso, "deberá responder de sus decisiones" y ha advertido de que el partido actuará "con la normativa" para "impedir" intentos de destruir al partido como organización.

   Así ha respondido la nueva secretaria autonómica del partido, María José González Revuelta, a la iniciativa llevada a cabo este martes por un grupo de unos 60 partidarios del expresidente del PP cántabro, Ignacio Diego, que se ha desplazado a Madrid a entregar en la sede nacional del partido un escrito en el que exigen la apertura de una investigación por supuestas "irregularidades" en el Congreso del partido del que salió elegida como nueva presidenta de la formación María José Sáenz de Buruaga.

   La Dirección regional del PP ha "lamentado mucho" que ésta haya sido la "respuesta de los seguidores de Ignacio Diego a la mano tendida" de Sáenz de Buruaga y del Comité Ejecutivo Regional del PP de Cantabria, y lo interpreta como un "desprecio".

   "Aunque todo el mundo está legitimado para recurrir o solicitar lo que estime procedente, no lo está para afirmar que, si no se atienden sus peticiones, se niega a reconocer la Dirección del partido salida del 12º Congreso, esa es una actitud muy grave en cualquier afiliado, pero especialmente en el caso de los cargos públicos", ha avisado González Revuelta.

   Este grupo la semana pasada hizo público un comunicado --aprobado supuestamente por 70 alcaldes y números uno del PP en municipios de Cantabria y suscrito por parlamentarios regionales y nacionales, entre otros-- en el que aseguraba que no reconocer la legitimidad de la actual Dirección regional "en cuanto los procesos de investigación interna, así como las demandas judiciales a que hubiere lugar, no lleguen a término".

   Estos afines a Diego tildan de "ilegítima" la victoria de ésta y piden a 'Génova' la suspensión cautelar de la actual Dirección regional y el nombramiento de una gestora hasta que termine la investigación.

   La número 2 del partido ha insistido en que las personas que no reconozcan a la Dirección "se situarán a sí mismas al margen de los procedimientos democráticos internos y de la lealtad que deben a todos sus compañeros, y deberán responder de sus decisiones ante las instancias correspondientes".

   "Si la respuesta de Ignacio Diego y sus partidarios a la oferta de mano tendida es tratar de destruir el partido como organización, que nadie dude de que actuaremos con la normativa y con toda la voluntad de impedir semejante desatino", ha alertado.

EL PP DE CANTABRIA DARÁ "NUEVOS PASOS EN LA DEFENSA DE LA COHESIÓN"

   González Revuelta ha recordado que la primera resolución del nuevo Comité Ejecutivo fue la de abrir "un periodo de reconciliación, y comunicar a todos los afiliados la voluntad de unidad" pero ha apuntado que lo que se está "observando" en algunas personas es la "persistencia en actitudes agresivas y destructivas".

   Según ha dicho, esto supone "una decepción" para la Dirección regional que obligará al partido "a dar nuevos pasos en la defensa de la cohesión del Partido Popular de Cantabria", teniendo en cuenta que diversos partidarios de Diego no solo no admiten el "resultado democrático" del 12º Congreso, "sino que se sitúan abiertamente en rebeldía", algo que --dice-- "ninguna organización puede pasar por alto".

PIDE A DIEGO QUE "DESAUTORICE" LAS ACTUACIONES DE SUS AFINES

   La secretaria autonómica ha emplazado a Diego "a desautorizar estos movimientos de sus afines" y ha afirmado que tiene "la impresión cada vez más clara de que el expresidente no ha aceptado verdaderamente el resultado del Congreso". "Si lo hubiera aceptado no se estaría produciendo este rechazo de sus partidarios al proceso de reconciliación".

   Para González Revuelta "resulta inconcebible que una persona a la que se invita al diálogo responda con un portazo". "Es algo que califica no muy bien a quien lo da y deja muy pocas opciones abiertas a quien lo sufre", ha añadido.