SANTANDER, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Parlamento de Cantabria ha dicho este lunes 'no' a demandar al Gobierno regional (PRC-PSOE) que anule el calendario escolar aprobado para el curso 2017-2018, que se divide en bimestres y suprime las vacaciones de Pascua, una petición del PP que ha sido rechazada por la oposición de regionalistas, socialistas y Podemos y con la abstención de Ciudadanos (Cs).
En la moción del PP se pedía, entre otros puntos, "dejar sin efecto" el calendario escolar del próximo curso y aprobar uno "como el que tradicionalmente se venía desarrollando en Cantabria por trimestres y respetando las vacaciones de Semana Santa, dando así estabilidad a las familias y al propio sistema educativo".
Y es que, a juicio de los 'populares', el calendario escolar "crea problemas donde no los había" solo "es mejor" desde el punto de vista laboral de los profesores pero no para el aprendizaje de los alumnos ni para las familias ya que, en su opinión, supone incrementar la presión sobre los escolares, "rompe la continuidad pedagógica" y "complica" la conciliación.
En este sentido, la diputada del PP Mercedes Toribio considera que la Consejería de Educación "no ha sido capaz de concretar" los "beneficios pedagógicos" del calendario escolar implantado en el curso 2016-2017 y el aprobado para 2017-2018 y ha subrayado que ninguna otra comunidad autónoma, después de estudiarlo, lo ha imitado, lo que, en su opinión, demuestra que "no será tan bueno".
Toribio ha afirmado que "no hay nada que avale" la necesidad de suprimir las vacaciones de Semana Santa en el de 2017-2018, y que, según ha dicho, es una "tradición", no solo religiosa sino del sistema educativo, implantada "desde hace décadas".
Por ello, Toribio considera que para cambiar esta "tradición" se necesitan "estudios" que lo avalen y "consenso".
Además, ha vuelto a censurar que el calendario escolar se haya aprobado en la Mesa Sectorial de Educación, donde están los sindicatos de docentes, y no con el resto de la comunidad educativa, dejando "de lado" a los alumnos y a las familias, una forma de actuar con la que, según la parlamentaria, la Consejería busca "la paz sindical a costa de lo que sea".
El PP, que ha defendido en el Pleno que "la educación y sus tiempos influye fuera de los centros escolares", incluía en su moción la petición de que se "inicie un proceso real de diálogo con todos los sectores de la comunidad educativa y con todos los partidos políticos con representación parlamentaria para consensuar "un modelo de calendario escolar estable" y que no genere "incertidumbres y divisiones" que, a su juicio, sí genera el nuevo modelo. "Si no nos escuchan a nosotros, escuchen a las familias", ha reclamado.
Pese a que los otros dos partidos de la oposición, Podemos y Ciudadanos no han apoyado la iniciativa del PP, sí han defendido la necesidad del consenso.
"La persona que nos había prometido el consenso lo último que ha buscado es eso: consenso", ha afeado el diputado de Cs Rubén Gómez al consejero del área, el socialista Ramón Ruiz.
Aunque Cs considera que el calendario del curso 2016-2017 era "mejorable" y que el del que viene "no es el más adecuado" --entre otras razones por las "dificultades" de conciliación que, a su juicio, genera-- ha decidido abstenerse y no entrar en la confrontación entre el modelo de calendario "viejo", que, en su opinión, es el que propone el PP, y el nuevo "no consensuado".
"Se han quejado las familias, se han quejado los profesores y el único que no se ha quejado en este tema es el consejero", ha dicho el diputado de Cs Rubén Gómez, que ha señalado que su grupo ha decidido abstenerse porque no está dispuesto a "votar a favor o en contra" de las "imposiciones" adoptadas en educación durante años por el PP o de PSOE con la que --ha dicho-- ambos partidos han conseguido "volver loca a la comunidad educativa".
De esta forma, ha abogado por el "consenso" respecto al calendario escolar "para llegar a la mejor solución posible" y a un "acuerdo duradero en el tiempo" y que haga que este tema "no dependa del sesgo ideológico del consejero de turno".
Por su parte, tanto PSOE, PRC y Podemos sí han señalado aspectos, a su juicio, positivos del calendario escolar repartido en bimestres puesto que, según han coincidido, supone un reparto "más equitativo" y "homogéneo" de los periodos lectivos y con periodos vacacionales que favorecen el descanso de los alumnos.
Para Podemos, el calendario escolar implantado por el actual consejero del PSOE tiene una "mayor base racional" que el anterior, que, según ha señalado, dependía de cuestiones religiosas, como son las vacaciones de Semana Santa.
Podemos y el PSOE han acusado al PP de basar su petición de anular el calendario escolar que suprime las vacaciones de Pascua --las que suceden a los días no lectivos de Semana Santa-- en cuestiones ideológicas y religiosas.
La formación morada cree que el calendario escolar debe tener una "base racional" y "científica", ser el "resultado de una negociación con la comunidad educativa en su conjunto" y en la que también se "escuche" al Parlamento regional.
Además, según Podemos, ese calendario debe ir "acompañado de medidas de conciliación" que, según ha dicho la diputada Verónica Ordóñez, son "responsabilidad" del Gobierno para que el calendario se pueda llevar a cabo "de forma efectiva".
En relación a ello, el socialista Víctor Casal ha defendido que el Gobierno PRC-PSOE ha puesto en marcha actividades de conciliación a las que se han acogido, según ha dicho, "un 30% de las familias" de los escolares cántabros y ha acusado al PP de ver las aulas "como un depósito de niños".
Desde el PRC se ha defendido el calendario y se ha señalado que éste no puede estar "basado en la conciliación". Además, ha recordado que tanto los ayuntamientos como la Administración regional ofertan actividades de conciliación que --ha reconocido-- "quizás muchas veces no sean suficientes".
COMEDORES ESCOLARES
En contra a lo que ha ocurrido con esta petición del PP sobre el calendario escolar, el Pleno del Parlamento ha aprobado por unanimidad una moción de Podemos para instar al Gobierno regional a modificar "antes de 2018" la orden que regula el funcionamiento del servicio complementario del comedor escolar en los centros públicos no universitarios dependientes de la Consejería para que se regulen y fomenten todas las modalidades de gestión del servicio de comedor.
En la iniciativa aprobada con el respaldo de los grupos, se insta al Ejecutivo regional a elaborar un nuevo Acuerdo Marco que regule las condiciones generales en las que se debe prestar el servicio de comedor escolar que, entre otras cuestiones, fomente el consumo de productos de proximidad.
Así, desde Podemos se pide que el nuevo acuerdo marco establezca la necesidad de acreditar el origen de los productos presentados y que se exija que el 60% responda a criterios de proximidad "con el compromiso de aumentar paulatinamente este porcentaje".
En la iniciativa aprobada, desde Podemos se reclamaba que se establezcan como criterios de adjudicación de poderación superior el uso de productos de proximidad o los ecológicos o de producción sostenible y también la presentación de un plan para el no despilfarro de los alimentos y la gestión de residuos.
En la moción de Podemos se incluía un tercer punto que pedía que se establecieran una partida presupuestaria en todas las consejerías referidas a la soberanía alimentaria que fomente el consumo de productos de proximidad, algo que, sin embargo, se ha retirado, tal y como proponía el PSOE en una enmienda de supresión.
Aunque los grupos se han mostrado de acuerdo con lo que propone Podemos han condicionado su apoyo a que se aceptara la enmienda del PSOE para suprimir el punto relativo a las partidas presupuestarias, lo que ha llevado a Podemos a aceptar su supresión.