Se confiesa "enamorado" de Santander: "un arquitecto debe amar el lugar donde se construye su diseño, sino no funciona"
SANTANDER, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El arquitecto genovés Renzo Piano asegura que no cambiaría nada del diseño del Centro Botín, construido junto a la bahía de Santander y que se inaugurará este viernes, 23 de junio, porque el resultado es un edificio "atractivo, accesible y joven", bien integrado en la ciudad y que "corteja al agua, como un barco más en la bahía".
Renzo Piano, premio Pritzker de Arquitectura, destaca que el agua y la luz son los dos elementos que caracterizaron desde el principio el diseño de este centro de arte y formación impulsado por la Fundación Botín, y por ello decidió utilizar piezas de cerámica nacarada, más de 270.000, para dotar al edificio de una piel en la que se reflejen la luz y el agua de la bahía.
Pero además, y siempre contando con el entonces presidente de la Fundación, Emilio Botín, principal ideólogo del proyecto anunciado en 2010, se decidió que el edificio se construyese en voladizo para no romper las vistas a la bahía desde los jardines de Pereda y el centro de la capital cántabra. "No podía ser un edificio que se plantará ahí sin más", dice.
Aunque ha reconocido que, arquitectónicamente, "no es fácil hacer que un edificio vuele", se ha mostrado satisfecho de haberlo logrado porque el Centro Botín parece que está "flotando" sobre la bahía de Santander, lo que lo ha convertido en un proyecto "complejo y ambicioso" para cuya construcción ha requerido de sus "tiempos fisiológicos".
Esos tiempos, requeridos por la propia arquitectura del edificio, no podían en ningún caso reducirse a un año y medio de construcción como inicialmente le pidió Emilio Botín que durasen las obras para que fuese inaugurado en el verano de 2014, año en el que la ciudad de Santander acogió el Mundial de Vela.
Sin embargo, el plazo de las obras se fijo en tres años, un tiempo que también se ha visto dilatado no sólo por la "complejidad" de edificio sino también, hay que recordar, por un problema con la ejecución de las fachadas, llamadas 'muros cortina', que ralentizó los trabajos.
No obstante, el Centro Botín ya está acabado y Piano ha manifestado sentirse "encantado y feliz" con el resultado, cuyas características responden a las directrices que le dio en su día Emilio Botín, "un hombre enamorado del mar y de su bahía".
Junto a él, del que destaca que más allá de un "gran banquero" era un "hombre emotivo y pasional", planteó la construcción de este edificio en voladizo, que "parece que está volando y flotando" sobre el mar.
Un edificio que considera que está bien integrado en la ciudad gracias a la remodelación de los Jardines de Pereda realizada por el paisajista Fernando Caruncho y el soterramiento del tráfico a través de un túnel, y permite "ver el mar y que se refleje la luz" generando una sensación que augura que sorprenderá a los visitantes.
Sobre el edificio, construido en dos volúmenes y con una plaza central denominada de "forma divertida" 'Pachinko', el arquitecto genovés lo compara con "dos almas", una destinada al arte y otra a educación, y que en su conjunto será "un punto de encuentro de la gente" lo que supone una función "social" muy importante.
"Me gusta crear edificios que sean para las personas, para que estén juntas, y eso es el Centro Botín", opina Renzo Piano, quien se confiesa un "enamorado" de la bahía y también de Santander. "Un arquitecto debe amar el lugar donde se construye su diseño, sino no funciona", dice.
Asegura estar satisfecho con el resultado del Centro Botín, un diseño en el que "no cambiaría de idea". "Es bello, una belleza que no es sólo estética, al no ser un edificio intimidante, sino porque es transparente y accesible". "Es como el pez que salta fuera del agua", añade.
Renzo Piano espera que el edificio sea "adoptado" por la gente porque se ha concebido como "un edificio para la ciudad y para que sea amado por sus ciudadanos". "Es voluntad de un hombre (Emilio Botín), su familia y la Fundación dejar este homenaje a la ciudad", añade.
El arquitecto ha hecho estas reflexiones en varios actos previos a la inauguración del Centro Botín, celebrados este miércoles y jueves.