SANTANDER, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla (PRC), tiene "ya redactada" su carta para el reelegido presidente de España, Mariano Rajoy (PP), y prevé remitírsela este mismo jueves, 3 de noviembre, para trasladarle las "peticiones" de la región al Gobierno central --"pocas pero importantes"--; recordarle sus "promesas", y pedirle unas relaciones del Estado con la comunidad "justas" a pesar de las "discrepancias políticas" existentes entre ambas Administraciones.
Durante un acto, Revilla ha explicado que en la carta pedirá que esas "discrepancias políticas" no se trasladen a las "relaciones institucionales" y defenderá que, más allá de estos desacuerdos, "Cantabria es una región leal" y "cumplidora".
Ha afirmado que Cantabria "cumple rigurosamente con las instituciones del Estado y acata esas decisiones". "Las puede protestar pero es una región nada sospechosa de no cumplir la normativa del Estado", ha aseverado el presidente cántabro durante el acto de inauguración de una estación ITV en Castro Urdiales.
"Eso es lo que yo le voy a trasladar a don Mariano: usted es el presidente de España ahora, es mi presidente, es el presidente también de los cántabros proque así lo ha decidido quien lo haya decidido y lo que hay que tener una relación del Gobierno de España con Cantabria que sea la justa", ha reclamado Revilla, que ha vuelto a asegurar que la comunidad que preside "no va a pedir nada que no tenga nadie".
Revilla ha informado de que ya ha felicitado a Rajoy por su investidura pero ha insistido en que "ahora le llegará la carta" recordándole sus promesas electorales.
En este "nueva etapa" que ahora se abre tras la investidura de Rajoy, y que Cantabria afronta "con lealtad" hacia el Estado, Revilla ha deseado que vuelvan las reuniones entre el Gobierno central y los autonómicos y que el silencio "no sea lo que impere", como, a su juicio, ocurre ahora.
Así Revilla ha pedido que el Senado vuelva a ser un lugar donde las comunidades autónomas puedan plantear sus peticiones y las "discrepancias profundas" que tienen con la forma que tiene de gobernar, a su juicio desde el "centralismo", el Gobierno de España.
Quiere discutir, además, un reparto más justo del déficit, ya que, en su opinión, el actual no lo es, y debatir sobre el modelo de financiación autonómica.