SANTANDER, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha decidido rendir homenaje al músico cántabro Germán Coppini (Santander, 1961-Madrid, 2013), dedicándole una sala de conciertos en Santiago de Compostela, que se inaugurará el próximo 25 de enero.
La SGAE ha destacado en un comunicado que Coppini fue un "talento imprescindible" y un "autor referencial" del género pop español, donde marcó un "hito" con el grupo Golpes Bajos.
En el acto, se recordará la figura de Germán Coppini a través de palabras e imágenes. Asistirán los hijos del músico y representantes de la SGAE, entre ellos su presidente, José Miguel Fernández Sastrón, representantes de la vida cultural gallega y autores.
GERMÁN COPPINI
Nacido en Santander, Germán Coppini se trasladó a Vigo en su adolescencia acompañando a su familia. Desde Galicia cobró relevancia a principios de los años 80 como cantante original del grupo Siniestro Total, para quien escribió canciones como 'Ponte en mi lugar'.
En la búsqueda de nuevos horizontes se unió a Teo Cardalda para formar 'Golpes Bajos', grupo que completaron Pablo Novoa y Luis García. A partir de 1983, aquella formación mostró un "modo inédito" de hacer pop en España y entregó un repertorio compuesto por piezas como 'Malos tiempos para la lírica', 'No mires a los ojos de la gente', 'Fiesta de los maniquíes', 'Colecciono moscas' o 'Cena recalentada'.
En la segunda mitad de los años 80, disuelto el grupo, Coppini completó un trabajo conjunto con Nacho Cano, de Mecano (Edición limitada, 1986) y comenzó su trayectoria como artista en solitario con El ladrón de Bagdad (1987), al que siguieron varios álbumes.
Desde los años 90 hasta el final, Coppini nunca dejó de entregar discos "interesantes, dignos y valientes". Lo hizo bajo su propio nombre o con proyectos como Anónimos, Lemuripop o Néctar, "su chispazo final".
También hizo múltiples colaboraciones con artistas como Vainica Doble, Paco Clavel, Tomasito, Tino Di Geraldo, Juan Rivas, Maga o en un disco de homenaje a Antonio Vega.
El eclecticismo en su música y su gusto por la fusión lo llevaron a transitar por caminos diversos, desde el pop de autor hasta los sonidos latinos o la electrónica. Su legado ha dejado una honda huella en artistas posteriores, como Iván Ferreiro o La Habitación Roja, entre otros, ha destacado la SGAE.