SANTANDER 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Telefónica España, Guillermo Ansaldo, recientemente nombrado director general de la nueva unidad operativa de Recursos Globales del grupo, indicó este jueves que la compañía condicionará su política de inversión en fibra óptica a la regulación en el mercado.
"Cualquier inversión depende de las condiciones de mercado, en particular en fibra. No es ninguna amenaza, si se cambian las reglas de juego tu obligación profesional es revisarla", manifestó el directivo a los periodistas en las XXV jornadas de telecomunicaciones de la UIMP.
En concreto, el directivo hizo referencia a la posibilidad de que la CMT elimine el límite de 30 megas que pesa sobre la obligación impuesta a Telefónica para compartir su red de banda ancha con sus competidores, tal y como demanda Vodafone.
"En la fibra hay un equilibrio muy delicado. Si se dice vamos a regalar la fibra óptica a todo el mundo, entonces, el programa de inversión de Telefónica se va a revisar, no yo porque ya no estoy ahí, pero alguien", afirmó el directivo.
"La CMT revisa los mercados con cierta frecuencia, ahora toca. Se habla de una red nueva y el órgano regulatorio, que lo entiende muy bien, lo va a tener en cuenta en cualquier análisis que realice", precisó Ansaldo.
En 2009 la CMT decidió imponer a Telefónica la obligación de proporcionar un servicio mayorista de acceso indirecto de banda ancha de hasta 30 megas en todo el territorio, independientemente de la infraestructura que soporte el servicio, a unos precios orientados a los costes. El órgano regulador de telecomunicaciones argumentó que imponer obligaciones de acceso indirecto (bitstream) por encima de los 30 megas podría desincentivar la inversión en infraestructuras, tanto del operador histórico como de los operadores alternativos.
En este sentido, el secretario del Consejo de Administración y director de Servicios Jurídicos de Vodafone España, Pedro José Peña, demandó a la CMT en el marco del este encuentro que elimine el límite de 30 megas que pesa sobre la obligación impuesta a Telefónica para compartir su red.