"Somos, y quiero decirlo claramente absolutamente insustituibles", reivindica José Manuel Suárez Robledo
SANTANDER, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejero del Tribunal de Cuentas José Manuel Suárez Robledano ha reivindicado este jueves en Santander que sin la existencia de este organismo "habría un desbarajuste total y absoluto" en España porque "no se fiscalizarían" las cuentas de ayuntamientos o comunidades autónomas y "nadie respondería salvo que hubiera un robo directo" del patrimonio público.
Así, ha defendido que aunque el tribunal no tiene competencias directas en la lucha contra la corrupción, en este organismo "no hay aforamientos" y colabora "en la represión de la corrupción" de una forma "muy importante". Hasta el punto de que, ha añadido, sin su existencia "España no podría estar homologada con otras democracias".
Durante una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo del encuentro 'El Tribunal de Cuentas y la lucha contra la corrupción: actualidad, funcionamiento y reforma', Suárez ha incidido también en que este organismo "ha actuado" en diversos casos de corrupción "y ha exigido responsabilidades", basadas en que los culpables "paguen de su bolsillo".
Además, ha recordado que quien interviene en la lucha contra la corrupción y puede llevar a cabo actuaciones es la jurisdicción penal porque "el único" que puede hacerlo es el juez de instrucción. "Y eso es lo normal", ha apostillado Suárez, quien ha añadido que desde el Tribunal de Cuentas "se le tira un poquito de las orejas" al responsable público correspondiente si se ve que hay gastos "no justificados o "malas prácticas".
Al mismo tiempo, ha recordado que el trabajo del Tribunal de Cuentas consiste en analizar la documentación recibida y que "si se comprueba alguna irregularidad", se comunica a la jurisdicción penal. Por ello, ha señalado que los casos de corrupción que trata son "antiguos". "Estamos analizando en este momento Historia", ha apostillado.
TRABAJO "HEROICO" DE INTERVENTORES Y SECRETARIOS
Previamente a esta rueda de prensa y en la primera jornada del encuentro 'Corrupción, blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda Pública', también en la UIMP, el presidente del Tribunal de Cuentas, Miguel Ángel Torres Morato, ha hecho referencia al trabajo de los interventores y secretarios en los ayuntamientos y a su tarea de fiscalización.
En su intervención, el presidente del organismo ha calificado esta labor de "heroica" porque sus atribuciones "dependen" de los entes locales, donde "se les puede hacer el vacío". Por este motivo, Torres Morato aboga por "protegerles más", debido, entre otros motivos, a que en os ayuntamientos "hay un gran problemas de gestión".
A este respecto, ha destacado que lo que hace el Real Decreto 424/2017 del 28 de abril, por el que se regula el régimen jurídico del control interno en las entidades del sector público local, es ir en esta dirección.
También ha hecho referencia a los distintos tipos de fiscalización, en lo que tiene que ver con la de gestión u operativa, ha destacado que "hay que determinar si las obras están justificados". Lo ha dicho en alusión a las obras "faraónicas" que se han llevado a cabo en distintos ayuntamientos, un aspecto en el que, a su juicio, "el gestor tiene que demostrar que se ha hecho la mejor gestión".
Del mismo modo, ha alertado de que el "problema real" está en el gasto del dinero público, en lo relativo a "tener eficiencia y control efectivo" sobre los gastos, así como en relación con si "son necesarios". "Este es un área en el que se producen multitud de delitos", ha señalado, concretando algunos como la malversación, la prevaricación, el cohecho o el tráfico de influencias.
"MAYOR PREOCUPACIÓN" DE LOS CIUDADANOS
En la rueda de prensa también ha intervenido el presidente de la Cámara de Cuentas de Andalucía, Antonio López Hernández, también ha señalado que el papel del Tribunal de Cuentas y de los órganos externos de control es "colaborar en la lucha contra la corrupción", una tarea para la que "están las oficinas antifraude".
Es decir, ha explicado que el Tribunal de Cuentas tiene "un papel a posteriori" y que con la crisis económica "ha habido una mayor preocupación de los ciudadanos" en relación con el control del dinero público.
Esto se debe, ha explicado López Hernández, a que con la crisis los ciudadanos "sufren en sus carnes la racionalización y las penurias". De tal forma que, asimismo y en su opinión, los gobernantes también se sientan "observados por los ciudadanos".