SANTANDER, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Trabajadores Autónomos de Cantabria (UTAC) ha denunciado hoy la existencia de una "burbuja del emprendimiento" en la comunidad desde hace unos cuatro años, cuando se potenciaron las ayudas públicas y abrieron negocios personas con "muy baja cualificación" para los mismos, que acudieron al autoempleo "como recurso", de forma que sus establecimientos han tenido igual vigencia que las bonificaciones y subvenciones que han recibido.
Según el coordinador regional de UTAC-UPTA, Eduardo Abad, en Cantabria "entran demasiadas personas en el emprendimiento sin cualificar", cuando "aquí preferimos todos la calidad a la cantidad y tenemos que ser exhaustivos", por lo que ha instado a "corregir" estas políticas "de forma urgente" ya que con éstas "no se ha cumplido el objetivo de crear trabajo autónomo".
Para ello ha reclamado formación para los autónomos y planes para la consolidación de los negocios, como el de relevo generacional, que UTAC demanda desde hace un año y que en su opinión daría una salida de continuidad a unos 200 emprendedores con un coste cuatro veces inferior al plan 'Cantabria emprendedora', que otorgó 9,4 millones de euros en 1.439 ayudas el año pasado.
Tanto para exponer su "preocupación" como sus demandas, la agrupación ha solicitado hoy una reunión con el consejero de Economía y Hacienda, Juan José Sota, porque "es fundamental que la Administración tome postura", ha sostenido.
En rueda de prensa Abad ha presentado el documento de 'Radiografía del trabajo autónomo en Cantabria', con datos de entre enero y diciembre de 2016, que muestra que durante el año pasado la afiliación al RETA en Cantabria solo aumentó en 125 personas --el 80% de los sectores del comercio y la hostelería-- lo que revela la existencia de una "burbuja del emprendimiento" por cuanto las altas fueron prácticamente similares a las bajas.
En este sentido ha advertido que si no se ponen en marcha nuevas políticas de consolidación del trabajo autónomo, la burbuja se va a mantener "durante mucho tiempo, algo que no queremos".
Abad ha apuntado que de los 239.408 activos que había en Cantabria en 2016, un total de 41.961, el 17%, son autónomos, lo que revela un colectivo "tremendamente importante pero con patas muy endebles", con oscilaciones entre altas y bajas positivas hasta julio, mientras que desde este mes hasta septiembre hubo más bajas, con cierres fundamentalmente de negocios de hostelería y comercio, que por otra parte supusieron el 80% del total de las altas de la comunidad pero que al mismo tiempo han sido el año pasado "los grandes destructores" de empleo por cuenta propia.
"Nos venden la recuperación económica pero ni está ni se la espera en los negocios de los autónomos", ha lamentado Abad, para quien el problema no es la financiación, "que no necesitamos".
Al respecto, el responsable de UTAC ha afirmado que el programa 'Cantabria emprendedora' ha ayudado "a muchas personas" a poner en marcha y consolidar negocios pero también ha supuesto una "llamada masiva a personas sin cualificación o experiencia, que han montado negocios" sin saber nada sobre ellos.
"Cada día se cierran más negocios y es el momento" de acometer una reforma de cara a mantener negocios viables que ahora están "sobreviviendo malamente" y de implantar políticas activas de creación de empleo autónomo.
En concreto, UTAC demanda la puesta en marcha del plan de relevo generacional, políticas "claras" de consolidación de actividades económicas, la modificación de los planes de formación de los autónomos porque "la formación es la única que nos va a hacer más competitivos" y someter a estudios previos las actividades de emprendimiento que se pongan en marcha porque "no todo sirve ni todos tienen las mismas competencias ni capacidades" y "no podemos estar continuamente abriendo y cerrando negocios". "No todo el mundo tiene cualidades para ser emprendedor", ha subrayado.
En este sentido, los negocios que llevan abiertos más de cinco años suponen el 65% del total que hay en Cantabria mientras el 35% restante tiene menos de esa edad, concentrándose en la franja de seis meses a tres años el mayor porcentaje de destrucción de los mismos.