TOLEDO, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
N.G.E., la acusada de asesinar a su exmarido --J.R.M.-- tras entrar en su vivienda de Seseña Viejo y acuchillarle mientras este se encontraba con su pareja, ha reconocido los hechos que se sucedieron el 26 de noviembre de 2020.
Así lo ha indicado durante su declaración en la primera jornada del juicio que, con tribunal de jurado popular, se celebra hasta el próximo viernes en la Audiencia Provincial de Toledo.
A preguntas de la representante del Ministerio Fiscal, la procesada ha admitido que en el momento en que sucedieron los hechos estaba divorciada de la víctima, con el que tuvo dos hijas, y que este vivía en un domicilio de su propiedad.
Esa mañana del 26 de noviembre, ha reconocido la acusada, habló con el fallecido por teléfono para reprocharle que no hubiese llevado a las hijas al colegio como le correspondía, pues fue su chófer quien realizó la tarea.
Por ese motivo, y con las llaves de la vivienda que mantenía, N.G.E. acudió al domicilio donde vivía la víctima y entró en su dormitorio, donde le sorprendió con su actual pareja --D.A.P.C--, empezando a agredirles.
De igual modo, ha admitido que su exmarido consiguió echarla de la habitación y cerró la puerta con el cerrojo, pero ella golpeó fuertemente hasta conseguir abrirla de nuevo.
Acto seguido, tras bajar a la cocina para coger dos cuchillos, volvió a entrar en la habitación, donde propinó varias cuchilladas a su exmarido y padre de sus dos hijas.
De igual modo, N.G.E, a preguntas de la acusación particular, ha reconocido que cuando subió de nuevo a la habitación dijo que le iba a matar.
La procesada se enfrenta a una pena de 23 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, según la calificación del fiscal. Por su parte, la acusación particular reclama para ella 20 años de cárcel por el delito de asesinato, y uno más por allanamiento de morada.
Por contra, su defensa considera que su defendida cometió un delito de lesiones, por el que propone tres años de prisión, o alternativamente, uno de homicidio imprudente, penado con cuatro años, pues en ningún caso quiso acabar con la vida de su exmarido.