ALBACETE, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha celebrado este jueves, 22 de junio, una vista de conformidad contra un hombre, C.G.R., acusado de varios presuntos delitos de abusos sexuales a menor de 16 años, uno de ellos continuado, de dos delitos de uso de menores con fines pornográficos, exhibicionismo sexual y explotación sexual de menores, por los que la Fiscalía le pide 30 años y medio de prisión.
Finalmente, no ha habido acuerdo entre su letrado, Andrés López Martínez, y el representante del Ministerio Público, por lo que se celebrará juicio que, previsiblemente, será en octubre, según fuentes judiciales.
El abogado de la defensa ha defendido, a la salida de la vistilla, que el fiscal "no atiende a la realidad de que existen problemas psicológicos, sociales y familiares que tienen que tenerse presente a la hora de resolver".
A preguntas de si defenderá una absolución de su cliente, ha asegurado que busca una justicia "preventiva y sanadora para dar una salida a las personas. No a la represión y sí a la justicia". El letrado reconoce la aplicación "razonable" de la justicia que tiene que "atemperarse a la realidad y a la solución que su cliente necesita para ser un ciudadano en plenitud de goce y disfrute, al servicio de los demás".
Ha lamentado que la justicia "no busque soluciones posibles para todos. Es más barato tener a un ciudadano sanándose que reprimido, sancionado y sufriendo las consecuencias de una presunta venganza que no es querida por ninguna de las partes". Su cliente, ha dicho, hizo lo que hizo y "tiene derecho a un trato conforme a la Constitución".
LAS CÁRCELES SOBRAN PARA EL 90% DE LOS RECLUSOS
En su opinión, las cárceles "sobran en España para el 90% de la población reclusa" y sí hacen falta "medidas educativas y formativas desde la infancia, desde el colegio".
Preguntado por la defensa el día que se celebre el juicio, ha adelantado que pondrá sobre la mesa "todas las pruebas que faciliten una salida positiva para que el Tribunal soberano e independiente decida la mejor solución para una aplicar una justicia vengativa".
Respecto al posible acuerdo que podía haber alcanzado este jueves con el fiscal, López Martínez ha asegurado que la Fiscalía "depende del Gobierno del Estado y carece de la suficiente independencia para buscar ese bien que necesita la sociedad. Están jerarquizados y no ha ofrecido rebaja de la pena ni nada que sea razonable", ha condenado.
AMIGO DEL TÍO DE LAS VÍCTIMAS
El escrito de acusación provisional del Ministerio Fiscal recoge que los denunciantes, padres de tres menores de edad en el momento de los hechos (dos de ellos, un niño y una niña, víctimas de lo denunciado), conocieron al acusado porque era amigo del hermano del padre.
Ambos, el tío de los menores y el acusado, estaban buscando un empleo y, además, el acusado vivía muy cerca de ellos, en su misma calle, lo que propició que se conocieran y que poco a poco fuera surgiendo entre ellos una relación de confianza que se transmutó en amistad.
Dado el prolongado horario laboral de los padres de los menores, estos le encomendaron al tío el cuidado de los tres menores y, como no tenía trabajo, lo aceptó. Fue a través del tío como el acusado se adentró en el círculo familiar.
A partir del mes de octubre de 2014, el acusado empezó a tener interés en pasar tiempo con el tío y con los niños, en ese momento de siete y cinco años de edad respectivamente, y empezó a ganarse la confianza de la familia haciendo regalos a los niños o grabándoles películas.
En este ambiente de cordial confianza entre los padres, el tío de los pequeños y el acusado, éste entraba en la casa de aquellos con frecuencia, facilidad, naturalidad y desenvoltura, realizaba reparaciones eléctricas e, incluso, acompañaba al tío cuando éste se quedaba al cuidado de los menores.
Es más, incluso competía con el tío y le decía que se ocupara de uno de los menores, que él atendía a los otros dos, y poco a poco les fue manipulando y regalando cosas, algunas caras, para ganarse su afectividad, según el fiscal.
El escrito señala que los padres comenzaron a percibir un extraño cambio en el comportamiento de dos de sus tres hijos, los dos mayores --un niño y una niña-- y acudieron al colegio a hablar con los orientadores y, tras mantener conversaciones más íntimas con sus hijos, y conocer los hechos, acudieron, el 6 de marzo de 2016, a la Comisaría Nacional de Policía a denunciar los hechos.
Entre ellos, que el acusado había aprovechado su cercanía y familiaridad para propiciar el contacto físico entre su cuerpo y el de los dos niños mayores, y la acusación de la Fiscalía también incluye presuntos hechos presuntamente delictivos como pornografía infantil, grabación de imágenes de menores en conductas sexuales explícitas o exhibicionismo sexual.