ALBACETE, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El joven acusado de tres delitos de agresión sexual cometidos contra una chica menor de edad ha declarado que las relaciones que mantuvieron fueron "consentidas" y que ambos llegaron a ser novios, tras conocerse por las madres, hasta que él se fue con otra chica y ella, "por celos" le amenazó con denunciarlo.
El juicio, que se ha celebrado este miércoles en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, ha estado a punto de suspenderse puesto que mientras se estaba produciendo la declaración del procesado una de las magistradas del Tribunal ha manifestado que había participado en la causa durante la instrucción de la misma y por tanto tenía que inhibirse en la vista puesto que "el principio de imparcialidad quedaba vulnerado".
Tras un receso y para evitar su suspensión, la magistrada se ha ausentado del proceso y su lugar lo ha ocupado otro juez volviéndose a iniciar el juicio con la declaración del procesado.
El joven, M.Y.V., ha explicado que la primera vez que vio a la chica fue en casa de ésta y había más gente, "las dos madres y los hermanos pequeños de ambos", por lo que ha negado que ya esa primera ocasión, en abril de 2013, cuando el acusado tenía 17 años, "la tocara".
Después de ese momento, "surgió el noviazgo", ha dicho, un amor que llevaban "en secreto" puesto que "las madres no quería que se produjera". "En nuestro país no está bien visto que dos chavales estén juntos sin haber acabado los estudios", se ha justificado, añadiendo que se veían después de quedar a través de "mensajes por redes sociales", o "en la iglesia donde iban al grupo de red joven con otros chicos", ha relatado.
Ha negado, a preguntas de la Fiscalía, que la primera vez que mantuvieron relaciones sexuales ocurriera "porque la amenazó con matarla si no le abría la puerta", según le ha recordado el Ministerio Público. "Llamó a mi casa y le dijo a mi madre que si podía ir a arreglarle la consola y mi madre le dijo que no me llamara más y que no iba a ir".
Ha declarado que se veían cuando no estaba su madre, momentos en que ella aprovechaba para decirle que estaba sola y que fuera a su casa, según el acusado, y ha negado que la forzara a mantener las relaciones sexuales. "Fueron consentidas; ella me abría la puerta, yo subía y me llevaba a su habitación".
Ha negado que ella "gritara y le diera una bofetada" para evitarlas o que no pudiera evitar que entrara a su casa después de que él la amenazara con que la iba a secuestrar. "Es mentira, además ese día estaba la hermana pequeña de ella", ha asegurado.
EL" MIEDO" LE GANÓ
Sin embargo, la Fiscalía le ha recordado que cuando declaró ante la Guardia Civil y en Instrucción, él negó todas las relaciones. Ha asegurado que lo hizo "porque tenía miedo". Ha dicho que se asustó al oír la palabra "violación" y que "el miedo" le ganó.
Asimismo, preguntado sobre los mensajes que le enviaba la chica para quedar y que no han sido aportados a la investigación en su defensa, el acusado ha declarado que los "borró" porque no quería que su madre "los viera".
Sobre el hecho de que la joven fuera menor de edad, --en el momento de los hechos contaba con 13 años, hoy 17--, el joven ha declarado que desconocía que era menor, que ella le había dicho que tenía 16 y que tampoco sabía que sufría un retraso mental. "Hablaba como una persona normal", ha apostillado.
En su opinión, la denuncia, el 6 de octubre de 2013, se produjo porque "se puso celosa" al enterarse por las redes sociales que empezó con otra chica.
La joven, que ha declarado protegida por mampara, ha relatado que lo conocía porque sus madres eran amigas y que la primera vez lo vio en casa del chico, en enero de 2013, cuando acababa de llegar de su país. Ese día le preguntó por su edad y ella le dijo que 12 años.
Se vieron más veces porque las familias comieron juntas pero "poco tiempo después primero comenzó a tocarla por debajo de una manta, en su habitación" y ella, "no le dijo nada porque estaban los hermanos pequeños con ellos".
AMENAZAS
Ha negado que hablaran por las redes sociales ni que tuviera su teléfono móvil y ha relatado que las "agresiones" se produjeron en su casa bajo amenazas de matarla. "Le decía que parara y no me hacía caso". En otra ocasión, "le abrí porque me dijo que iba a hablar de algo importante" y también la "forzó".
En total, ha asegurado, fueron "cinco veces" y sólo en una ha reconocido que sí fue consentida porque "quería saber cómo se sentía siendo la relación permitida".
No se lo contó a su madre porque tenía miedo de su relación. Actualmente, ha admitido, la relación entre ambas no es buena y no residen juntas.
La representante del Ministerio Público ha elevado a definitivas sus conclusiones solicitando la pena de 42 años de cárcel, 14 años por cada uno de los tres delitos que presuntamente cometió el acusado. La Acusación Particular se ha adherido a la petición del Ministerio Público en la pena de cárcel solicitada y ha argumentado que el chico "se valió de su amistad con la víctima para cometer los delitos".
La defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución al entender que las relaciones sexuales fueron consentidas por ambos.