TOLEDO, 16 May. (EUROPA PRESS) -
Uno de los acusados implicados en el atraco a un supermercado de Yuncos (Toledo) en octubre de 2013, en el que resultó herido de bala y quedó parapléjico el guardia civil Román David Gómez, ha sido el único de los siete acusados que ha reconocido su participación en esos hechos, aunque ha aclarado que los cometió, no con el resto de los acusados, sino junto a un rumano y un georgiano que había conocido en prisión, siendo este último el que habría disparado sobre el agente.
Así lo ha puesto de manifiesto durante su declaración en el juicio que se celebra desde este martes en la Audiencia Provincial de Toledo el acusado A.G.C.R., que se enfrenta --junto a otros dos imputados-- a penas superiores a los 50 años de cárcel, y que durante su intervención ha manifestado que, al contrario de lo que declaró y ratificó cuando ocurrieron los hechos, ahora sí quería "decir la verdad de lo que pasó" sin "prisas ni amenazas".
A.G.C.R --que llegó a escribir una carta al guardia civil herido pidiéndole perdón-- ha indicado que en sus robos "nunca" ha disparado ni apuntado a nadie ni ha tenido intención de dañar o herir, y que en este caso, cuando llegó la Guardia Civil "fue todo muy rápido" y cuando "empezó el tiroteo" se tiró al suelo, junto al rumano (al que ha identificado como Stalin), desde donde vio que el guardia civil caía al suelo y que Michael (el georgiano) "estaba disparando".
Este acusado, que ha negado que el robo lo prepararan con antelación, ha explicado que el día de los hechos él estaba drogado y portaba una pistola "para amenazar" no para disparar, aunque cuando el fiscal ha insistido en preguntarle a quién pretendía asustar cargando el arma --según las imágenes grabadas ese día por las cámaras del supermercado, nadie había visto cómo la cargaba--, el imputado se ha negado a seguir contestando a ninguna de las preguntas del Ministerio Público, al que ha llegado a decirle que preguntase cosas claras y no marease "la perdiz".
A.G.C.R., a preguntas de varios letrados, ha apuntado que ya en su momento le dijo "muy claro" a la Guardia Civil que el robo lo había cometido "junto a dos personas del Este" y que se enteró estando en la cárcel que por esos hechos estaban "enmarronados el Cifuentes y el Seoane" --los otros dos principales acusados--, para los que el fiscal también pide penas superiores a los 50 años de cárcel por los delitos de robo con intimidación, dos asesinatos en grado de tentativa contra dos agentes de la Guardia Civil, daños por incendio, tenencia ilícita de armas, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.
CARTUCHOS "DE COLECCIÓN"
Por su lado, J.M.C.P. ha indicado que él "nunca" ha atracado, y que sólo se dedicó al narcotráfico, respondiendo al fiscal que no sabía de qué le hablaba cuando le ha preguntado sobre el robo del día 5 de octubre --ha dicho que no sabe qué hizo ese día--, negándose a responder a ninguna otra pregunta que no tuviera que ver con ese día.
Asimismo, ha manifestado que no tiene licencia de armas, que nunca ha disparado a nadie y que no es habitual que tenga contacto con pistolas y, al ser interpelado por los distintos cartuchos de escopeta, varios cargadores de cartuchos, placas del Cuerpo Nacional de Policía, seis teléfonos móviles y el triple de tarjetas SIM halladas en el registro de su domicilio, ha detallado que le "gusta" tener esas cosas, que muchas eran "de colección" y que algunas sirven "para muchas cosas", que no ha querido detallar.
Este acusado ha admitido que un día antes del atraco acudió al supermercado donde ocurrieron los hechos "a comprar", y no a vigilar o controlar los movimientos del personal. De hecho, ha destacado que él se enteró de lo ocurrido cuando lo detuvieron el 19 de diciembre de ese mismo año como acusado.
El tercero de los acusados principales ha negado también haber participado en el atraco al supermercado y, tras asegurar que él no había "cometido nada", se ha negado como los anteriores a responder a las preguntas del Ministerio Público. "Me han acusado a mí sin haber hecho nada", ha llegado a manifestar durante su declaración, donde ha reconocido que oyó algo del robo "por encima" pero que supo lo que había ocurrido también cuando lo detuvieron el 19 de diciembre.
Tras ellos, han declarado otros cuatro acusados, para los que el Fiscal pide penas de entre cuatro años y medio y ocho años y nueve meses, imputándoles únicamente delitos de pertenencia a organización criminal, depósito y tenencia ilícita de armas y robo con intimidación en grado de tentativa.
En esta primera sesión se ha negado a contestar a las preguntas de todas las partes la acusada M.F.S.A., mientras que el acusado S.S.S. ha admitido que tenía cartuchos porque le gustaba disparar en el campo, F.J.G. ha admitido su participación en los hechos de diciembre, donde iban a entrar "en una nave para robar", mientras que J.M.J., que también fue detenido en diciembre, ha asegurado que a él lo llamaron para "dar un toque a unos rumanos por abusos" y que llevaba un arma para dar "respeto" y como "defensa".
RELATO DE LOS HECHOS
La Fiscalía cree que los tres principales acusados habían trabado una amistad que se había proyectado sobre la planificación e ideación conjunta de diferentes actividades delictivas, respecto de las que se repartían las funciones y también los beneficios derivados de las mismas, decidiendo que su próximo objetivo sería el establecimiento comercial de Yuncos.
Se da por hecho por parte del fiscal que acudieron a las 21.21 horas al lugar de los hechos en un vehículo robado en Madrid recibido de manos de J.G.C. Los tres principales acusados entraron con el rostro oculto, gorras y armas dispuestas, dirigiéndose a una caja donde se encontraba una de las gerentes del establecimiento, y siendo conocedores de su condición, le instaron a abrir la oficina, llegando a coger del cuello a un empleado a quien llegó a amenazar de muerte, llegándole a encañonar por la espalda.
Once minutos después de entrar en el local se percataron de la presencia de un agente de la Guardia Civil, tras lo que repartieron entre los tres las bolsas con el dinero para disponerse a continuación a salir del supermercado.
Al llegar a la puerta de salida se toparon con el primer agente, y de manera sorpresiva y sin posibilidad alguna de que éste pudiera reaccionar, los tres asaltantes comenzaron a disparar, alcanzándole en el cuello. Una vez que cayó al suelo pasaron por encima de su cuerpo, dándole por fallecido, tras lo que además dispararon al vehículo oficial aparcado en la entrada para intentar acabar con la vida del segundo agente.
Los procesados se apoderaron de un botín de 2.442 euros, dinero que no ha sido recuperado. Dos de las armas fueros recuperadas parcialmente en la laguna.
NUEVO INTENTO DE ATRACO EN DICIEMBRE
El 19 de diciembre, según el Fiscal, los acusados planearon un nuevo atraco en un establecimiento situado en el polígono industrial Polvoranca de Leganés. Contaron de nuevo con el apoyo de la procesada M.F.S.A., y en este caso de S.S.S., quien les procuró las armas de fuego utilizadas. Ese día, cuatro de los ahora acusados se desplazaron a las inmediaciones del nuevo objetivo portando armas.
Román David Gómez, el agente que tras largos meses de recuperación quedó en silla de ruedas, recibió por el mérito de su intervención distintos reconocimientos institucionales, como la Medalla al Mérito Social de Castilla-La Mancha, así como la Medalla de Oro del municipio de Illescas.