CIUDAD REAL, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Florida del Sur de Estados Unidos han visitado el yacimiento de Oreto-Zuqueca, su ermita y el puente romano de Granátula de Calatrava (Ciudad Real), continuando con su proyecto de investigación internacional de documentación patrimonial en tres dimensiones, que en España se desarrolla en lugares emblemáticos de Castilla-La Mancha gracias a la colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
El proyecto, que dirige el profesor Herbert Maschner, cuenta también con la colaboración del investigador de la Universidad regional, Víctor López-Menchero, y se está desarrollando con ayuda de la tecnología más avanzada en documentación patrimonial que, entre otras aplicaciones, permitirá a los internautas de todo el mundo visitar virtualmente y en 3D el yacimiento, según ha informado en nota de prensa el Ayuntamiento de Granátula de Calatrava.
Acompañaron a estos investigadores, el concejal de Cultura, Carlos Ráez; el también concejal Damian Cañizares, así como el técnico municipal de Turismo y licenciado en Historia, Juan Manuel Donoso.
Carlos Raez ha destacado que "durante un día estuvieron realizando su trabajo de campo de este importante proyecto, que empujará la difusión turística de sus recursos históricos y monumentales a nivel internacional, usando técnicas de documentación del patrimonio a nivel mundial, entre ellos también el puente romano, que afloró por la falta de agua, y que cuando el pantano lleva más agua es imposible ver".
Gracias a esta tecnología "puntera" utilizada por los investigadores americanos será posible visitar virtualmente el yacimiento arqueológico y ermita de Oreto-Zuqueca y el puente romano, que se podrá ver en tres dimensiones en el futuro, gracias al empleo de equipos "complejos" como escáner láser, fotografía terrestre y aérea con drones, cuyo objetivo es obtener una imagen tridimensional de alta precisión del yacimiento.
Una imagen que permitirá "múltiples" usos, desde la investigación, para hacer mediciones, observaciones, detectar patologías o planificar necesidades de conservación y restauración, hasta aplicaciones para la difusión y la didáctica, como pueden ser las visitas virtuales. Estas vistas conformará una base de datos en abierto a la que podrán acceder tanto investigadores como público en general.