GUADALAJARA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Guadalajara va poner en marcha distintos sistemas de captura y control demográfico de la presencia de palomas torcaces y estorninos en la ciudad para poner freno a los problemas de índole sanitario, medioambiental, de limpieza, estético y económico y lograr un censo sostenible de estas aves.
Según ha indicado el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, en el encuentro con los medios en la Plaza de Santo Domingo, "hay una gran proliferación de este tipo de aves" que podría estar provocado por la ausencia de depredadores superiores necesarios para mantener el equilibrio entre especies y que ahora quieren controlar.
El alcalde ha recordado que algunas de estas especies pueden transmitir determinadas enfermedades además de los problema estéticos que generan sus deposiciones en la vía pública, vehículos y mobiliario urbano, y los daños en los edificios, sin olvidar los de carácter ambiental, ha dicho.
"Queremos abogar por conseguir un balance ecológico de manera sostenible y respetuoso", ha señalado el alcalde.
Por todas estas razones y con el fin de reequilibrar el ecosistema urbano de manera sostenible, el Ayuntamiento va a poner en marcha nuevas actuaciones de carácter puntual que se prolongarán por un periodo de cuatro meses.
Unas medidas que pasarán por la captura de palomas mediante la instalación de jaulas en distintos edificios públicos de la ciudad y también se van a colocar redes a primeras horas de la mañana en parques, jardines, instalaciones deportivas para atraparlas.
Y está prevista una tercera actuación, de lunes a vienes, que va a consistir en el control de palomas y estorninos con técnicas de cetrería, es decir, la suelta de aves rapaces depredadoras especies, ha explicado por su parte Guillermo Soria, responsable de la empresa que se va a encargar de la realización de estos trabajos de control de aves, poco antes de mostrarnos 'in situ' la forma en la que actúan con la suelta de águilas e híbridos de halcón peregrino.
El censo actual solo de paloma torcaz en la capital podría rondar entre los 10.000 o 15.000 ejemplares.
Con estas medidas, el objetivo pasa por echarlas de la ciudad, donde hasta ahora han encontrado un refugio idóneo para desarrollarse porque no hay depredadores, y que vuelvan al campo, algo que Soria espera pueda tener resultados en un corto espacio de tiempo.