La brecha salarial en C-LM es del 18%, ocho puntos menos que hace un año y achacable a la subida del SMI, según CCOO

TOLEDO, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

La brecha salarial entre hombres y mujeres en Castilla-La Mancha es del 18 por ciento, ocho puntos menos que hace un año, según el informe elaborado por CCOO en la región sobre este asunto, y que el sindicato achaca a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que "ha favorecido sobre todo a los niveles salariales más bajos", en los que se encuentran las mujeres.

Así lo ha avanzado en rueda de prensa de la secretaria regional de Políticas Sociales, Agenda 2030 y Empleo CCOO, María Ángeles Castellanos, junto a la secretaria regional de Mujeres y Políticas LGTBI, Rosario Martínez, a propósito de la presentación del informe sobre la brecha salarial en la Comunidad Autónoma, cuyos datos colocan a Castilla-La Mancha como la tercera comunidad autónoma con menor brecha salarial.

El informe, que busca "acercar la realidad salarial" de Castilla-La Mancha y que como novedad analiza los datos desde el punto de vista de si se ha estado o no en ERTE y analiza las tasas de empleo en función de si los hombres y mujeres son madres o padres, analiza también los datos provinciales, y aunque la brecha ha bajado en todas las provincias, Guadalajara se mantiene como la que ostenta una mayor diferencia de salarios entre hombres y mujeres, pese a tener los salarios más altos.

La brecha salarial entre los que han estado en ERTE es del 57%, el 60% de las mujeres en ERTE trabajaban en comercio con un salario medio de 11.977 euros y en hostelería con un salario de 7.697 euros --inferiores a los de los hombres-- y entre quienes ganaron más de 7,5 veces el SMI --unos 145.000 euros de media-- tan solo un 10% son mujeres.

CCOO advierte que el perfil del empleo de las mujeres es determinante en la brecha salarial, en la que inciden los roles de género y las tareas de cuidado. El informe contempla también cómo la tasa de empleo mejora entre los hombres cuando son padres, mientras que entre las mujeres baja. Cuando hay tres o más hijos la tasa de empleo de los hombres es del 85% y la de las mujeres apenas del 57%.

De su lado, la secretaria regional de Mujeres y Políticas LGTBI ha denunciado que "en Castilla-La Mancha una mujer tiene que trabajar 65 días más para ganar lo mismo que un hombre", a la vez que ha señalado que la brecha salarial "es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las mujeres desde una perspectiva laboral".

ACTUAR DESDE DISTINTOS ÁMBITOS

Para acabar con esta brecha salarial, CCOO propone actuar sobre las causas de la desigualdad de género desde la educación, desde las administraciones públicas y desde el empleo.

Algunas de las propuestas que plantea el sindicato y que se recogen de manera pormenorizada en este informe son desde la educación actuar en el origen de las desigualdades de género, desde las edades tempranas en los colegios, educando en igualdad y eliminando los estereotipos sexistas.

Desde las administraciones públicas, apostar por el fortalecimiento de los servicios públicos de calidad en educación infantil, educación en general, sanidad y atención a la dependencia para facilitar el acceso al empleo de las mujeres; apostar por unos trabajos de cuidado profesionalizados desde lo público que permitan a mujeres y hombres afrontar el desarrollo de sus carreras profesionales en igualdad de oportunidades; desarrollar políticas públicas que faciliten un verdadero equilibrio de espacios y tiempos, especialmente en lo que se refiere a la introducción de herramientas que permitan racionalizar los horarios, ha explicado Martínez.

Desde el empleo, las propuestas que plantea CCOO en la región para acabar con la brecha salarial son combatir la feminización en las jornadas parciales y la contrataciones a tiempo parcial; potenciar la reducción de la temporalidad injustificada; fomentar una corresponsabilidad responsable, garantizando la aplicación de medidas positivas para ello; equiparar los complementos de trabajo, que están muy condicionados a factores muy masculinizados, y establecer criterios neutros que no favorezcan en función del género; o dar el reconocimiento y valor social que los trabajos de cuidado tienen.