MADRID/TOLEDO 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de la Guardia Civil de Segovia y de la Policía Municipal de Pozuelo de Alarcón, han desarticulado un entramado criminal compuesto por tres individuos dedicado al robo de vehículos y piezas de éstos para su posterior venta. Cometieron más de 50 hechos en las provincias de Madrid, Toledo, Segovia y Ávila llegando a causar un perjuicio de más de 250.000 euros.
En ocasiones, una vez sustraídas las piezas de alto valor las enterraban para dificultar su localización en una finca rústica de la localidad de Almorox (Toledo) o, incluso, quemaban los vehículos para destruir pruebas que les pudieran incriminar, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid este miércoles en una nota de prensa.
La investigación se inició en enero del presente año cuando los agentes, tras lograr relacionar varias sustracciones tanto de vehículos como de piezas procedentes de los mismos, identificaron a un grupo criminal formado por tres varones.
Las averiguaciones acreditaron que éstos habrían participado en la sustracción de 17 vehículos en la localidad de Pozuelo de Alarcón y, a través de la colaboración policial, los vincularon con otros robos cometidos por toda la geografía nacional, contabilizando hasta el momento más de 50 hechos.
Entre los integrantes de la organización se encontraban dos varones que se dedicaban a cometer las sustracciones y un tercero, padre de uno de los anteriores, que se encargaba de desguazar los vehículos y ocultarlos en una finca rural de la localidad de Almorox (Toledo).
PIEZAS BAJO TIERRA
Las pesquisas policiales llevaron a los investigadores a la realización de dos registros, uno en la localidad de Pozuelo de Alarcón y otro en el citado municipio de Almorox.
En este segundo escenario fueron incautadas numerosas piezas robadas de vehículos como tapas de motores, altavoces, llantas, radiadores, silenciadores o embragues. Fue necesario el uso de maquinaria especializada en excavación y georradar para localizar vehículos y piezas que la organización criminal había enterrado en las fincas para evitar su localización.
Por estos hechos, los tres varones fueron detenidos como presuntos autores de más de medio centenar de hechos delictivos, pasando a disposición de la autoridad judicial como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza, robos y hurtos de uso de vehículos, daños, tenencia ilícita de armas y pertenencia a grupo criminal.
A día de hoy la investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los hechos, no descartándose la aparición de más víctimas y hechos relacionados, han indicado las mismas fuentes.