GUADALAJARA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
En el pequeño municipio de Campisábalos, situado en la Sierra Norte de Guadalajara y con una población residente en invierno de unas 22 personas que ahora se ha incrementado algo por la COVID-19, los gatos triplican ya al número de habitantes, una desproporción que preocupa a las autoridades municipales de la localidad con el aire más puro de Europa.
Aunque debido a la pandemia la población que reside en este pueblo situado al límite de la provincia con Soria se ha incrementado algo más desde hace meses, el número de gatos supera ya los 70 fácilmente, triplicando el de sus escasos pobladores, de ahí que desde el Ayuntamiento hayan decidido acudir a una asociación para controlar la presencia de este felino en el pueblo.
Para evitar la sobrepoblación de gatos, esta asociación se hará cargo de su captura y castración, ya que hay algunos vecinos que les dan de comer y como crían entre dos y tres veces al año, si no se controla, el propio alcalde, José María Huete, ha señalado a Europa Press que cada vez será más complicado poner freno a esta "plaga".
Para Huete, se trata claramente de sobrepoblación a la que quieren poner límite lo antes posible, un gasto que va a tener que afrontar el propio Consistorio con dinero de sus arcas municipales ya que la normativa actual que hay al respecto contempla el control de este tipo de colonias como una responsabilidad del propio municipio, ha señalado el regidor.
"Dicen que no se les eche de comer y la gente les echa", ha explicado una de las vecinas, que prefiere mantenerse anónima dado que se trata de un pueblo pequeño en el que todo el mundo se conoce y no quiere problemas con ningún vecino.
Lo cierto es que Campisábalos, desde hace un mes tiene más gatos que nunca, a lo que ha contribuido el hecho de que uno de sus vecinos tenía varias decenas de ellos en su propia vivienda que ahora están ya en la calle.
La protectora realizará la captura por grupos de doce y tras castrarlos los soltarán de nuevo en el pueblo. "El Ayuntamiento tiene una responsabilidad y debe dar solución a este problema", ha señalado por su parte el teniente de alcalde, Javier del Palacio, entendiendo todas las posturas pero señalando que este hecho ha ocasionado un perjuicio al Ayuntamiento que ahora es el que se tiene que hacer cargo de castrarlos.
En breve, Mai Entretelas y Entregatos, mediante el método CES, procederá a capturar los gatos, los llevará al veterinario para su esterilización y allí, tras realizarles una marca en la oreja para saber que están esterilizados, los soltarán de nuevo en Campisábalos, pero con la seguridad de que no habrá nuevas manadas.
Desde el Consistorio esperan no tener que crear una ordenanza específica que regule aspectos como la alimentación por parte de los vecinos a estos animales y de momento están barajando una solución "ética, responsable y acorde con la ley".