TOLEDO, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario regional de CCOO, Paco de la Rosa, ha augurado "muchas" movilizaciones en otoño, especialmente en el mes de octubre, para exigir responsabilidad a los políticos y, especialmente, los empresarios, "que no pueden ponerse de perfil" y "una vez más meter la cabeza, como el avestruz, debajo del ala, pero al mismo tiempo no tener ni un solo coste del sobrecoste que está teniendo la vida" por la subida de los carburantes y el conflicto bélico en Ucrania.
En rueda de prensa, De la Rosa ha argumentado que aunque enero comenzó como un año "que pintaba bien", con un crecimiento "muy importante" y la posibilidad de que la negociación colectiva tuviera subidas acordes con ir "como un tiro en la economía", la situación actual motivará "seguramente muchas" movilizaciones sectoriales a la vuelta del verano, ya que la negociación de muchos convenios se abrirá a partir de octubre.
"Habrá una de carácter nacional en los primeros días de octubre, confío que conjunta con UGT, para dar el primer aldabonazo a la patronal para que no se esconda y dé la cara para salir de esto", ha reseñado el dirigente regional de CCOO, que ha asegurado que para salir de la situación actual hay que hacerlo "juntos" y "para que a una empresa le vaya bien, le tiene que ir bien a sus trabajadores".
Aunque la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC) se pueda "suavizar" en el segundo semestre, ha señalado que "tenemos un grave problema" pues "si los empresarios lo están pasando tan mal, pero el incremento de precios no hace sino repercutir en sus beneficio empresarial, parece que los únicos que estamos pagando los excesos de la guerra y los grandes beneficios de petroleras son los trabajadores".
Ha recordado que el pasado año, desde la responsabilidad por la pandemia, hubo subidas salariales en los convenios que "con carácter general permitieron la pérdida de poder adquisitivo" pero este año "quien está demostrando absoluta irresponsabilidad es la patronal", que quiere "subidas cero o muy próximas a cero" mientras la inflación es del 12,7 por ciento, ha criticado.
"Los datos nos dicen que normalmente las empresas repercuten el incremento de precios en sus productos y servicios, es normal", pero "o a esto le damos un giro o los productos se convertirán en inasequibles para los ciudadanos", ha precisado el dirigente sindical, que ha avisado de que "hay montones de productos que hacen que la economía se mueva y están dejando de ser consumidos, porque los salarios de los trabajadores no llegan".
Paco de la Rosa ha preguntado a las empresas si este es "de verdad" el camino al que queremos llegar, considerando que esto es "una espiral endiablada a la que alguien debería ponerle sentido común".
En este contexto, ha apuntado que la semana pasada ya emplazaron a todos los agentes sociales de la región a retomar todo desde el mes de septiembre y, para esa cita, desde CCOO están elaborando propuestas para llevar a la Mesa de Diálogo Social, que es "el instrumento que ha de servirnos para hacer cosas que sean buenas para todos".
Preguntado por qué le piden al Ejecutivo regional en materia de diálogo social, De la Rosa ha explicado que las demandas pasan por instrumentos de estudio, de divulgación e incluso de incentivación, para que las empresas se digitalicen y tengan horarios razonables, pero conociendo primero "cuál es la realidad" de sectores como, por ejemplo, el de la hostelería; o sobre la igualdad real en las empresas de la región, especialmente las de menos de 50 trabajadores --el 99 por ciento de las de la Comunidad Autónoma-- que no están obligadas a contar con un Plan de Igualdad.
PROTOCOLOS POR CALOR
Preguntado por la ola de calor y si los convenios colectivos recogen esta circunstancia en la región, Paco de la Rosa ha señalado que hay "pocos protocolos de actuación", defendiendo que la negociación colectiva recoja con carácter general "que en muchos sectores --como el de la vendimia-- no se entiende que puedan tener esa exposición".
El secretario regional de CCOO ha admitido que algunos empresarios del sector agrícola, donde "hay mucho abuso", sí han adaptado los horarios, porque "el sentido común también funciona" y están adaptando las jornadas de más temperatura a la inactividad.
"Si no se hiciera sería un suicidio para el trabajador y el empresario", ha asumido, consciente de que se deberían tener claros los protocolos "sector a sector y convenio a convenio", ya que otros como la limpieza viaria o la construcción también padecen esa exposición al calor.