ALBACETE 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los cinco acusados de haber cometido un delito de daños la madrugada del día 29 de septiembre de 2010, con motivo de la huelga general, todos ellos sindicalistas de CC.OO y UGT han negado los hechos, asegurando que ni llevaban chinchetas ni provocaron golpes en los vehículos que querían acceder a su lugar de trabajo.
Para tres de ellos, Magdalena C.R., Ana Isabel A.G., de CC.OO., y José Manuel S., de UGT, la Fiscalía ha solicitado, en el juicio que se ha celebrado este viernes en el Juzgado de lo Penal bis de Albacete, la pena de 6.300 euros de multa por un delito continuado de daños al haber sido identificados por la Policía Nacional como los causantes de pinchazos en ruedas al arrojar sobre el suelo de la lonja algunas chinchetas.
Para un cuarto acusado, Ramón C., de CC.OO., la Fiscalía ha pedido 3.600 euros de multa como autor de un delito de daños, cuando formaba parte de un piquete informativo en las inmediaciones del recinto del ITAP de Albacete, y "comenzó a propinar patadas y golpes a un vehículo", cuyo conductor se dirigía al Polígono industrial Campollano.
Sin embargo, el representante del Ministerio Público ha decidido al final de la vista oral renunciar a la acusación de José Luis R., de CC.OO., puesto que en el juicio ha declarado el dueño del vehículo que presuntamente había golpeado el acusado, y ha asegurado "que no había sido él el que lo había hecho".
Todos los procesados han negado haber causado los daños. Tres de ellos, Magdalena, Ana Isabel y José Manuel, formaban parte del piquete informativo que se organizó en torno a la Lonja Municipal, y lo hacían "de manera informativa".
Magdalena C. ha negado llevar bolso donde, según la policía, encontraron chinchetas "ni que golpeara un coche ni causara arañazos". Sin embargo, según ha reconocido a preguntas del fiscal, pagó una indemnización para resarcir los daños. "Lo hice porque me aconsejó mi abogado", se ha defendido.
La misma situación vivió otra de las acusadas. Ana Isabel también fue identificada por la Policía como una de las personas que arrojó chinchetas a las ruedas de los coches. Ha asegurado que los agentes de seguridad "mienten". Ha dicho no entender "cómo puede ver la policía que tenía algo que no llevaba". También ha abonado una indemnización al perjudicado por los daños. "Lo hizo por el diálogo social y me dio rabia porque no había hecho nada".
SE LANZABAN CHINCHETAS CONTINUAMENTE
Los agentes de la Policía Nacional que intervinieron en los hechos han testificado que acudieron para asegurar que la gente que quería trabajar lo consiguiera. Allí, en la Lonja Municipal, "vimos cómo se lanzaban chinchetas continuamente" y pudieron identificar a los tres acusados. Han afirmado que las chinchetas que utilizaron eran "peculiares", grandes "y siempre caían de pie porque de las tres puntas una de ellas caía hacia arriba". Otro testigo ha afirmado, al respecto, que estaban fabricadas "a propósito" por un herrero.
También vieron cómo golpearon a los vehículos y "como pudimos los identificamos". Han asegurado sentirse "intimidados" por la gente que trató de impedir las identificaciones.
"Nos rodearon; cuando estaba cacheando el bolso de la mujer me cubría una masa de gente que no permitía ver más allá de la persona que tenía en línea", ha matizado la agente policial.
A otro de los acusados, José Manuel, la policía le intervino cuatro chinchetas y petardos que llevaba en el bolsillo del pantalón, "pero no los usé", ha advertido. También su sindicato, UGT, ha indemnizado a los propietarios de los vehículos.
Los otros dos acusados de daños, José Luis R., y Ramón C., estaban en otros lugares. José Luis cerca de una empresa en el Paseo de la Cuba, cuyo propietario al intentar acceder denunció haber sufrido golpes en su vehículo y haberlos cometido el procesado. En el juicio, el perjudicado se ha retractado y ha asegurado que sí vio al acusado pero que no puede precisar que fuera él el causante de los daños por lo que la Fiscalía ha renunciado finalmente a la acusación.
Ramón C., responsable sindical de UGT en 2010, ha declarado que habló con el hombre que lo denunció, al que conocía, a la altura del ITAP, para advertirle que no siguiera por la carretera de Madrid, en dirección a Campollano, "porque podía haber chinchetas" y el perjudicado se dio la vuelta.
Pero, unos minutos después, "oí que venía un coche en dirección contraria con las luces apagadas; nos retiramos los miembros del piquete para no ser atropellados y al ver que era él abrí la puerta trasera para decirle que se fuera, nada más", ha asegurado. Sin embargo, el testigo ha asegurado que "me amenazó, me insultó, me dijo que bajara del coche que me iba a pegar".
En la vista oral han declarado un total de once testigos, entre policías nacionales, propietarios de los vehículos dañados y compañeros sindicalistas de los acusados. Las defensas han pedido la libre absolución y el juicio ha quedado visto para sentencia.