MADRID/CIUDAD REAL/CUENCA, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las ciudades donde es más barato llenar la cesta de la compra éstas son Teruel y Córdoba, seguidas de Jerez de la Frontera, Ciudad Real, Burgos, Castellón, Puertollano, Vigo, Lugo, Zamora, Cádiz, Cuenca y Palencia, mientras que Palma de Mallorca, Madrid, Getxo y Las Palmas de Gran Canaria son las más caras.
Family Cash y Alcampo se sitúan como las cadenas de supermercados nacionales más baratas para hacer la compra en España, según el estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre el coste de la cesta de la compra.
Por su parte, Coaliment se convierte en el supermercado más caro en España para llenar la cesta de la compra, seguido por Amazon y Unide.
En un contexto marcado por la inflación, los productos que se incluyen en la cesta para hacer las comparativas han subido un 14,1%, lo que supone la segunda mayor subida en los 35 años de este estudio. "Los consumidores han sufrido en dos años un incremento del 30,8% en el coste de los alimentos y droguería, es muy significato y hacía mucho tiempo que no pasaba", ha avanzado el portavoz de la OCU, Enrique García, durante la presentación del estudio.
Así, de acudir a los supermercados más baratos, el ahorro medio asciende a 1.056 euros al año, un 6,2% más que en 2022, debido al mayor gasto de las familias por la subida de precios.
El informe revela que los hipermercados de Alcampo en Vigo y en Murcia son los establecimientos más baratos, mientras que de nuevo dos establecimientos de Sánchez Romero en Madrid, situados en la calle Arturo Soria y en Castelló, son los más caros de España.
De esta forma y según el estudio, Alcampo es la opción más barata para hacer la compra en 23 ciudades, seguida muy de cerca por Mercadona, en 21 localidades, y a mayor distancia se sitúan Family Cash y Tifer, que son las opciones más baratas en seis ciudades.
Respecto a las ciudades donde es más barato llenar la cesta de la compra éstas son Teruel y Córdoba, seguidas de Jerez de la Frontera, Ciudad Real, Burgos, Castellón, Puertollano, Vigo, Lugo, Zamora, Cádiz, Cuenca y Palencia, mientras que Palma de Mallorca, Madrid, Getxo y Las Palmas de Gran Canaria son las más caras.
Por su parte, La Rioja, Galicia y Murcia son las comunidades autónomas más baratas para hacer la compra en España, mientras que Canarias y Baleares son aquellas donde sale más caro de media hacer la compra.
El informe ha analizado un total de 155.489 precios de productos tras visitar 1.108 establecimientos repartidos por 65 ciudades españoles además de Internet.
MASYMAS, EROSKI Y MERCADONA, LAS CADENAS QUE MENOS SUBEN LOS PRECIOS
García ha destacado que la subida de los precios ha sido generalizada "en todas las cadenas sin excepciones". "No suben lo mismo, pero todas suben", ha recalcado, precisando que han elevado sus precios una media del 12,1%.
Por cadenas, E. Leclerc (16,8%), Supeco (15,8%), Carrefour Express (15,3%) y BM Urban (15,1%) son las enseñas que más han elevado los precios, mientras que Mercadona (10%), Eroski City (8,8%), Eroski (8,1%) y la cadena Masymas (8%) son las que menos lo han hecho en el panorama nacional.
EL 90% DE LOS PRODUCTOS INCREMENTA SU PRECIO
El análisis de precios constata que un 90% de los 236 productos que componen la cesta han elevado sus precios, siendo las subidas más acusadas en los productos elaborados y algo menos acusadas en los frescos, un sector en el que fueron algo más frecuentes las pocas bajadas de precios registradas.
García ha calificado de "más que espectaculares" la subida de precios que han protagonizado algunos alimentos como el azúcar, con un 65,7%, la leche condensada (61,4%), las zanahorias (56,1%) y las patatas fritas congeladas (49,7%) los que más suben.
Mientras que las bajadas más llamativas corresponden a productos que sufrieron subidas "excepcionales "el pasado año como es el caso del aceite de girasol (-39,8%), que se disparó por la guerra en Ucrania, o los plátanos de Canarias (-34,8%), que escasearon tras la erupción en La Palma.
La organización de consumidores ha destacado que, en tiempos de una elevada inflación y pérdida de poder adquisitivo para los consumidores, la única forma de hacerle frente es comprar en el establecimiento más barato.
De esta forma, percibe notables diferencias entre las ciudades, ya que el máximo ahorro posible se da en Madrid donde alcanza los 3.928,43 euros, mientras que en Cuenca tienen menos posibilidad de ahorro tienen, ya que la diferencia entre el establecimiento más caro y el más barato solo es de 430,25 euros.
"El gasto en alimentación ha crecido de forma importante tras dos años de subida de precios, pero hemos perdido capacidad adquisitiva, ya que comprar la misma cesta implica destinar un mayor porcentaje del presupuesto familiar", ha advertido García, que ha alertado de que
muchos hogares están comprando más productos elaborados y menos productos frescos, por la calidad nutricional de la dieta se reduce.
PIDE AUMENTAR LAS AYUDAS A FAMILIAS ANTE UN FUTURO POCO "HALAGÜEÑO"
De esta forma y en este contexto de subida de precios, el portavoz de la OCU ha solicitado al Gobierno que aumente la cuantía y el número de beneficiarios del cheque de alimentos vigente en la actualidad.
"El perjuicio de la subida de precios en las economías familiares es muy elevado, por tanto creemos que hay que ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad económica, a las familias vulnerables con esta cuestión", ha asegurado García.
Tras conocerse el dato del IPC, García ha advertido de que el "panorama no es muy halagüeño para las familias", mostrando su "preocupación" por la subida 12 semanas consecutivas de los carburantes. "Lamentablente creemos que va a tener incidencia en el futuro en la continuidad del aumento de la subida de los precios".
Por otro lado, la organización también ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) que intensifiquen los controles e inspecciones "inmediatas" para garantizar un control de la cadena de producción para evitar los abusos y la especulación que pudieran producirse y que tienen efectos negativos tanto para el sector como para los agricultores y especialmente para el consumidor.