La Comisión Europea amplía la queja contra España por el deterioro de Las Tablas de Daimiel, según WWF

EP
Actualizado: martes, 27 abril 2010 14:18

CIUDAD REAL 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha anunciado a WWF que ha registrado como queja su denuncia sobre la "degradación" de Las Tablas de Daimiel y los Humedales de La Mancha, de forma amplía la queja que había iniciado de oficio, al conocer los nuevos datos sobre presuntas infracciones relacionadas con el "mal uso del agua y con la responsabilidad ambiental".

El informe de WWF ha motivado que se amplíe la queja abierta de oficio por la Comisión Europea, relacionando estrechamente el "grave problema ambiental, con la mala gestión del agua en la Cuenca Alta del Guadiana y la consecuente destrucción" del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, según informa esta organización en un comunicado.

Explica que la Unidad de Infracciones de la Comisión está investigando la responsabilidad ambiental de las autoridades españolas por presuntos incumplimientos de la legislación comunitaria sobre agua.

De igual modo, está inspeccionando dicha responsabilidad por "no haber previsto ni reparado los daños ambientales". Agrega que estos últimos serán objeto de un detallado examen preliminar, para determinar su alcance y relación con la utilización del agua de los acuíferos sobreexplotados de Castilla-La Mancha.

WWF denunció ante la Comisión Europa que la supervivencia del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está amenazada por la sobreexplotación de los acuíferos que le aportaban agua. Asimismo, la pérdida dramática de biodiversidad (fauna y flora acuática), el agrietamiento y combustión de las turbas, así como la degradación de su cubeta se deben a que el humedal ya no se inunda de forma periódica lo suficiente.

Para la organización, las medidas para salvar Daimiel, como la gestión de los trasvases de agua desde el Acueducto Tajo-Segura, se han mostrado "ineficaces". WWF apuesta por recuperar el humedal, fomentando un uso sostenible del agua que parta de una extracción legal y controlada de las aguas subterráneas, reduciendo a la mitad el agua consumida para regadío y optimizando la eficiencia en los sistemas de riego, tal y como está previsto en el Plan Especial del Alto Guadiana y exige la Directiva Marco del Agua.