ALBACETE, 5 May. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a 11 años de prisión a cada uno de los tres acusados, dos hombres y una mujer, de un delito de robo con violencia, otro de detención ilegal y otro de lesiones, así como a indemnizar a la víctima en 52.844 euros.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se han considerado como hechos probados, ocurridos en la madrugada del 4 de junio de 2015, que la acusada, que mantenía relaciones sexuales ocasionales a cambio de dinero con la víctima y acudía para ello a su casa, sabía que éste tenía una caja fuerte.
Se puso de acuerdo con los otros dos acusados para que un día fuera a casa de la víctima a prestar sus servicios y, una vez dentro de ella, abriera la puerta a los otros dos procesados para robar el dinero que la víctima tuviera guardado.
Así, el 4 de junio la acusada subió en un taxi que utilizaba ocasionalmente y fue a buscar a la víctima, que estaba fuera de casa. Le convenció y acudieron juntos a la vivienda sobre las cuatro de la madrugada, donde estuvieron bebiendo y consumiendo sustancias estupefacientes.
Al día siguiente, la procesada se levantó de la cama para abrir la puerta a los otros dos acusados, que entraron y se dirigieron rápidamente a la habitación, donde estaba la víctima tumbada en la cama y desnuda, le dieron la vuelta para que no pudiera reconocerlos y lo ataron de pies y manos con cable de teléfono, pasándoselo también por el cuello.
Inmovilizado y desnudo, lo dejaron tirado en el suelo boca abajo y empezaron a registrar toda la casa en busca de dinero y la caja fuerte, que dinalmente no encontraron porque los propietarios se la habían llevado recientemente sin que la acusada conociera este aspecto.
Para que les dijera dónde estaba el dinero, los acusados golpearon violentamente y dieron patadas al acusado en el cuerpo y la cabeza y, como no encontraron más cosas, se marcharon llevándose un teléfono móvil, cuatro euros en metálico y las llaves de la casa, dejando a la víctima atada.
Ese día, sobre las seis de la tarde, la acusada se personó en la Comisaría de Policía y denunció que, estando con la víctima en la casa, irrumpieron dos hombres en la casa y comenzaron a golpear a su acompañante, lo que hizo que una patrulla se acercara a la vivienda en cuestión.
Desde fuera escucharon gritos de un hombre pidiendo auxilio y cuando entraron lo encontraron herido y con lesiones derivadas no sólo de los golpes sino también de las fuertes ataduras que había sufrido durante nueve horas.
Lesiones de las que tardó en curar 253 días y de los que 12 estuvo hospitalizado y el resto, de baja para sus ocupaciones habituales. También le han quedado diversas cicatrices como secuelas y movilidad limitada en la mano derecha.