TOLEDO, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Aunque gran parte del patrimonio histórico-artístico español sufrió los estragos de la Guerra Civil española, hay obras que lograron escapar de la hoguera. Es el caso de 'La última cena' de Luis Tristán, que sigue luciendo en la Capilla de las Reliquias de la iglesia de Santiago Apóstol de Cuerva, gracias al arrojo de un vecino de este municipio toledano, que lo salvó de la quema.
Este mes de noviembre, en concreto los días 8 al 16 de noviembre, aprovechando la celebración del IV Centenario del fallecimiento de Tristán (1585-1624), considerado el mejor discípulo del Greco, este municipio toledano ha organizado unas jornadas conmemorativas.
Así lo ha explicado en rueda de prensa la alcaldesa de esta localidad, Montse Rojas, que, junto a portavoz de la Diputación de Toledo, Soledad de Frutos, ha dado cuenta de las jornadas culturales con las que pretenden visibilizar ese patrimonio que atesora el pueblo, desconocido incluso para muchos de sus vecinos.
"Aprovechando que se celebraba y se conmemoraba el IV Centenario de la muerte de Luis Tristán, queremos poner en valor esta obra para que todo el mundo la conozca, ya no solo la gente de Cuerva, sino de todos los pueblos de alrededor, para que sepan qué Cuerva tiene historia y tiene arte".
Según ha relatado su alcaldesa, Cuerva perdió gran parte de su patrimonio artístico en la contienda que se inicio en 1936. Era la suerte que le esperaba a este lienzo de Tristán, salvado por un vecino que tenía una tienda al lado de la iglesia, que vio "una locura, un sacrilegio" que fueran a destruirlo.
"Dio tijeras a algunos niños que en esos momentos correteaban por la plaza para que cortaran el lienzo y les pidió que le llevarán los trozos, que trasladó en un borriquita hasta Gálvez, su localidad natal, donde lo custodió durante años".
"No se sabe si esos niños entregaron todos los trozos o se perdieron algunos", asegura la regidora corvancha, que añade que los archivos del Ayuntamiento conserva bandos posteriores en los que se pedía el retorno de las partes no recuperadas.
No obstante, pasada la guerra, este vecino que tenía gran sensibilidad artística entregó los trozos celosamente custodiados al Museo del Prado que, tras restaurarlo, lo devolvió a la iglesia de Cuerva.
Años después, la actual Corporación municipal ha decidido desempolvar esta historia para celebrar y poner en valor el patrimonio del municipio. Para ello, ha involucrado al colegio público del municipio, cuyo alumnado ha reinterpretando esa última cena que retrató Tristán para montar una exposición, que se mostrará en el Ayuntamiento
Las jornadas también incluyen una charla coloquio, en la que varios historiadores van a explicar el día 9 cómo llegó ese cuadro a la iglesia de Cuerva, que en 1620 pagó 1.400 reales por él.
Como lo cultural está estrechamente ligado a las cosas de comer, ha asegurado Rojas, estas jornadas incluirán gastronomía de la zona, "para sacar a la agente a la calle" y dar vida a los restaurantes participantes.
De igual modo, el programa contempla una visita a Yepes, el día 16, para visitar la magna exposición 'Luis Tristán, excelente pintor de historias'.
Por su parte, la portavoz del equipo de Gobierno de la Diputación ha destacado la riqueza artística que atesora la provincia, con pueblos pequeños como Cuerva que, con apenas 1.500 habitantes, conservan "tesoros de relevancia".
"Por eso es bueno darles visibilidad, ponerlos en el mapa y hacer que de esta manera el pueblo tenga un reclamo turístico que genere riqueza y que dinamice la sociedad y la economía local".