ALBACETE, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido al regente de un bar de Albacete por el supuesto homicidio de su socio. La víctima, cuya desaparición fue denunciada por su madre diez días después y cuyos restos aparecieron enterrados en Viveros (Albacete), se dedicaba presuntamente al tráfico de drogas, motivo por el cual había adquirido varias deudas.
Además, han sido detenidas otras tres personas como encubridoras de estos hechos, según ha informado la Delegación del Gobierno en un comunicado.
El cadáver había sido ocultado en diversos lugares durante estos tres meses: en un congelador del pub que regentaban juntos la víctima y el autor, y en el maletero de un coche abandonado hasta que el padre del ahora detenido lo descubrió a los tres meses. En ese momento, el autor del homicidio junto con su progenitor decidieron incinerarlo y enterrarlo juntos en una finca familiar. En el registro se han hallado restos óseos y una pulsera que pertenecía a la víctima. Además del presunto autor, han sido detenidas otras tres personas allegadas a él, como encubridores del crimen.
La desaparición de la víctima, en febrero del presente año, fue puesta en conocimiento de los agentes a los diez días de su ausencia, momento en el que su madre presentó la denuncia. Las investigaciones apuntaban a que podía estar vinculada con temas de drogas, ya que se dedicaba presuntamente al tráfico de estupefacientes y tenía varias deudas adquiridas por esta actividad.
Tras trabajar en varias hipótesis durante todo este tiempo, los investigadores pudieron esclarecer los hechos debido a las contradicciones que presentaban las declaraciones de su compañero de piso y socio, supuesto autor del homicidio. Al parecer se habría llevado a cabo una pelea entre ambos en el pub que regentaban que habría concluido con la muerte del desaparecido.
Agobiado por la situación, el supuesto homicida habría ocultado el cuerpo en un congelador del bar durante una semana, sin cerrar el local al público durante ese tiempo. Posteriormente, trasladó el cadáver a una finca familiar, donde lo ocultó en el maletero de un coche abandonado. A los tres meses fue descubierto por su padre y entre los dos decidieron incinerarlo y enterrarlo en un huerto cercano.
Tras llevar a cabo la detención del presunto responsable material de los hechos, también se ha detenido a otras tres personas, entre ellas su padre, como encubridores del crimen. Se han llevado a cabo varios registros en Viveros (Albacete), en los que se ha podido recuperar el vehículo en el que se escondió el cadáver y los puntos donde fue quemado y enterrado, así como varios restos óseos, de carne y una pulsera propiedad del desaparecido.