MADRID/TOLEDO, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto este lunes en marcha una campaña de inspección en el transporte escolar, un medio que utilizan a diario 230.000 alumnos en España. Según datos de la DGT, 17.000 autobuses realizan este tipo de servicio. En 2016, 32 autobuses escolares se vieron implicados en accidentes en los que 17 ocupantes sufrieron lesiones.
Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico verificarán el uso del cinturón de seguridad, tiempos de conducción y descanso, velocidad, alcohol y otras drogas, autorizaciones y documentos tanto del vehículo como del conductor.
El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha explicado en la presentación de la campaña que "este tipo de transporte, muy sensible a los accidentes por la trascendencia que tienen y por la edad de los afectados, goza de una seguridad mayor que otros medios y para conservar el actual nivel se desarrollan campañas de concienciación que mantengan alerta tanto a usuarios como a conductores, padres y colegios".
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizarán inspecciones consistentes en un primer control de carácter administrativo sobre las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos para la correcta prestación del servicio.
También verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción, los tiempos de conducción y descanso.
Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos. También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores.
Debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Actualmente más del 60% de este tipo de vehículos equipan ya los cinturones de seguridad.
Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas. Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.
Según un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre accidentalidad y lesividad de los vehículos dedicados al transporte escolar, la gran mayoría de ellos ocurren en vías convencionales y el tipo de accidente más frecuente es la colisión fronto-lateral. La distracción y la velocidad inadecuada aparecen como factores concurrentes más frecuentes.