Juicio Román David
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 17 mayo 2017 13:54

TOLEDO, 17 May. (EUROPA PRESS) -

Dos testigos del atraco perpetrado en una superficie comercial de la localidad toledana de Yuncos en octubre de 2013 y que se saldó con un agente de la Guardia Civil en silla de ruedas han coincidido con parte de la versión de los hechos argumentada este martes por uno de los acusados, que exculpó a los otros dos supuestos participantes ahora encausados, aseverando que cometió el robo con un rumano y un georgiano.

En la segunda sesión del juicio celebrada este miércoles en la Audiencia Provincial de Toledo, la gerente del supermercado ha asegurado que el atracador que interlocutó con ella tenía acento de Europa del Este.

Éste extremo ha sido compartido por uno de los cajeros del supermercado, que ha coincidido en señalar que "uno de ellos tenía un acento raro", que si bien no ha sabido precisar de dónde, "podría ser como del Este".

Otra cajera, por su parte, no ha sabido confirmar si alguno de los tres atracadores tenía acento extranjero, pero sí que ha señalado que uno de ellos parecía más alto que los otros dos. "Uno de ellos vino y dijo que era un atraco. Empezó a coger billetes de la caja, pero se le caían. En ese momento me dio un golpe, y me di contra un extintor".

DOS RÁFAGAS DE DISPAROS

La gerente de la superficie comercial ha enfatizado que una vez abandonaron la oficina donde fueron a coger el dinero, hubo una primera ráfaga de unos tres o cuatro disparos, tras lo que los tres asaltantes salieron por la puerta y volvieron a disparar, esta vez al coche de la Guardia Civil que estaba estacionado fuera.

Una segunda cajera, que llegó al lugar de los hechos desde el ascensor de la tienda cuando no sabía qué ocurría, ha declarado que llegó a hablar con uno de los ladrones, pero no puede aclarar si tenía acento español o no.

"Salí del ascensor y vi solo a uno de ellos. Luego, uno que estaba en la puerta se dirigió hacia mí", ha recordado.

SOLO 2.500 EUROS DE BOTÍN DE 60.000 QUE HABÍA EN LA TIENDA

Otro de los trabajadores ha señalado que aquél sábado, el montante total del dinero que podría haber en la oficina era de unos 60.000 euros, pero solo se llevaron cerca de 2.500.

En su versión, ha dicho que se encontraba en la parte de atrás del supermercado, en la zona de perfumería, cuando oyó los disparos. Acto seguido, indicó a una decena de clientes la salida trasera para que abandonaran el local, entre ellos "una niña que estaba llorando".

TESTIGOS DESDE EL PARKING

En la sesión de este miércoles también ha ofrecido su versión un matrimonio que se encontraba en el aparcamiento en el momento en el que se producían los disparos tras la llegada de la Guardia Civil.

Así, el hombre, que permanecía en una furgoneta de su propiedad tras haber cargado la compra, ha reconocido que vio cómo los asaltantes disparaban en primera instancia al abandonar el supermercado, pero no pudo comprobar si esos disparos herían al agente de la Guardia Civil, ya que una bala perdida impactó contra el cristal de su vehículo, hiriéndole los cristales en los ojos.

La mujer, por su parte, que en ese momento se encontraba devolviendo el carro de la compra en el parking, ha señalado que uno de los atracadores tenía su cara oculta. Aunque en estos momentos, tres años y medio después, no es capaz de reconocer si se trataba de una persona extranjera, en su día testificó ante la Guardia Civil señalando que éste atracador podría ser de Europa del Este.

En esta segunda jornada han pasado por el juzgado un total de 14 testigos. Entre ellos, otro cliente que recuerda cómo le dijo a los atracadores que tuvieran cuidado porque su hijo pequeño estaba dentro del local; el dueño del coche robado utilizado por los delincuentes; y un vecino de la localidad que se cruzó con los asaltantes cuando se dirigían hacia el supermercado en coche, y que al notarles una actitud sospechosa lo hizo saber a la Guardia Civil.

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