CIUDAD REAL, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La fiscal encargada del juicio contra el acusado de agresión sexual acusado de violar en su domicilio a una joven que conoció en un salón de juegos en Valdepeñas (Ciudad Real), Gema Romero, ha apuntado como "crucial" dirimir el origen de las lesiones de la presunta víctima.
Así lo ha manifestado a los medios de comunicación tras la última sesión de la vista oral que se ha estado celebrando durante estos días en la Audiencia Provincial de Ciudad Real y que ha quedado visto para sentencia.
Un punto que no ha sido explicado por parte del acusado, ha continuado, por lo que ha explicado que "hay prueba de cargo suficiente" y que ha mantenido sus peticiones de pena por considerar que ha quedado probado que los hechos constituyen un delito de agresión sexual con un agravante, al entender que la "violencia e intimidación reviste un carácter particularmente degradante e intimidatorio para la víctima".
Concretamente, y según refleja el escrito de acusación, desde La Fiscalía se ha solicitado una pena de 14 años de prisión, así como la prohibición de acercarse o comunicarse con la joven a una distancia de 200 metros por un periodo de tiempo de 15 años, además de deber indemnizar a la joven, en primer lugar por las lesiones temporales en la cantidad de 22.900 euros, por las secuelas en 9.075 euros y finalmente por perjuicio moral grave por pérdida de la calidad de vida originada por las secuelas con una cantidad de 65.000 euros.
Aunque el abogado de la joven mantiene su petición de un año más de prisión que la Fiscalía, además de una mayor cuantía en las indemnizaciones, la fiscal ha asegurado que no se ha podido determinar el punto por el que pide una pena mayor, pero lo que sí ha afirmado es que hay un dato objetivo, "unas lesiones desgarradoras y brutales" .
En este sentido, ha explicado que las lesiones que han sido ratificadas por los peritos, el informe del equipo psicosocial y la "rotunda declaración de la joven de unos hechos de extrema gravedad" es lo que ha hecho que se mantenga su postura hasta el final en sus peticiones.
Ha incidido en la valentía de la presunta víctima, que durante su declaración no quiso ningún método de separación con su presunto agresor, además de insistir en la contundencia de su testimonio.
También ha confirmado que la defensa del acusado ha mantenido la tesis de que las relaciones fueron consentidas y que el acusado ha utilizado su derecho a la última palabra para reiterarse en su inocencia.
Por su parte el equipo psicosocial, al que se le pidió que valorara el testimonio de la joven, lo ha calificado como "altamente creíble" porque había muchas circunstancias que así lo determinaban, apuntando a las pruebas físicas.