CIUDAD REAL 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El grupo de investigación MSOC Nanoquímica del Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada (IRICA) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) acoge hasta el mes de agosto a una las veintiocho investigadoras africanas que este año participan en el programa Science by Women, de la Fundación Mujeres por África.
Joy Ifunanya Odimegwu, procedente de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Lagos, en Nigeria, estudiará la puesta a punto de los sistemas de liberación controlada de los extractos naturales de las plantas basados en nanopartículas para una mejor aplicación en el tratamiento contra el cáncer.
"Esta experiencia va a ser una gran oportunidad para desarrollarme más como científica", señala Joy Ifunanya Odimegwu.
La estancia de Odimegwu en el grupo de investigación MSOC Nanoquímica del IRICA, que lidera Ester Vázquez, es posible a través de la adhesión por primera vez este año al programa de la Fundación Mujeres por África del Instituto de Investigación Sanitaria de Castilla-La Mancha (IDISCAM), del que forma parte la UCLM.
Ella optó a esta beca con el ánimo de "trabajar en un laboratorio más desarrollado, con más medios y adquirir nuevos conocimientos que después pueda trasladar a mis estudiantes en el laboratorio" y, aunque solo lleva dos días en el instituto ciudadrealeño, en lo que ha sido una primera toma de contacto con el personal y la actividad investigadora del grupo, está convencida de que esta será una "oportunidad" para "aprender nuevas metodologías y el uso de nueva instrumentación" y "optar a nuevas convocatorias de financiación para equipamientos de laboratorio" en su país de origen.
De niña, Joy Ifunanya Odimegwu quería ser abogada. No fue hasta la Educación Superior cuando cambió de opinión y se interesó por las ciencias. La razón, explica, hay que buscarla en la tradición de los padres nigerianos, incluidos los suyos, que proporcionan a los hijos un brebaje de extractos naturales de plantas hervidas por la mañana y por la noche para combatir la malaria.
"Me interesó saber qué pasaba en esos extractos, qué podía haber ahí para hacer fármacos", apunta.
Precisamente, su línea trabajo está centrada en la extracción de extractos naturales de las plantas para su aplicación en tratamientos contra el cáncer.
"En Nigeria el cáncer es una condena a muerte. Con mi investigación quiero ayudar a curar la enfermedad. Y con los conocimientos que adquiera en este instituto --en referencia al IRICA-- quiero poner a punto sistemas de liberación de los extractos naturales de las plantas para que los extractos que ya usamos tengan una mejor aplicación", señala.
Odimegwu, que en todo momento se muestra feliz por participar en este programa, asegura que para una mujer llegar a ser científica en África es "difícil".
Como ejemplo, indica que mientras que los hombres pueden llegar a terminar sus estudios de doctorado a los 25 años, las mujeres necesitan diez más, dado que antes deben cuidar de sus hijos "o eso o renunciar a tenerlos".
No obstante, pese a las dificultades, matiza que, en su Facultad, en la que de hecho su decana es una mujer, el mayor problema al que se enfrenta tanto mujeres como hombres es a la escasez de recursos científicos.
El problema es más una cuestión de edad que de género. "A mayor edad, seas hombre o mujer, mayor credibilidad", subraya.
En la novena edición del programa Science By Women, la Fundación Mujeres por África cuenta con la colaboración de 26 centros españoles, y una oferta de 28 becas en las áreas de salud, biomedicina, seguridad alimentaria, agua, energía y cambio climático.
Actualmente, ya son 130 las científicas que han formado parte de Science by Women y con esta nueva edición se superarán las 150 beneficiarias.