TOLEDO, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha indicado que si los datos de COVID-19 siguen tendiendo a la estabilización en cuanto a la presión hospitalaria, el Ejecutivo podría valorar relajar alguna de las restricciones decretadas para aplacar el avance de la pandemia y que en principio están vigentes hasta el 8 de febrero.
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa, ha apuntado que en todo caso cuando se toman las decisiones se implementan para cumplir los plazos temporales, pero ahora "se está valorando la posibilidad de flexibilizar las medidas si los datos lo aconsejan".
Hasta este momento, el toque de queda a partir de las 22.00, el cierre de la hostelería y los cierres perimetrales de todos los municipios de la región son las medidas más restrictivas que el Gobierno castellanomanchego mantiene en vigor.
Ahora, ha dicho, la presión hospitalaria se está estabilizando tras varias semanas al alza, con 242 camas UCI ocupadas por pacientes COVID, y un total de 1.571 camas.