TOLEDO, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha recordado que no cejará en su empeño de que se cambien las reglas de explotación del trasvase y en que se cumplan los caudales ecológicos del Tajo, ante una nueva reunión este viernes de la Comisión del Explotación del trasvase para aprobar una nueva derivación de agua a Levante.
A preguntas de los medios, la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha sostenido que hay que cambiar las reglas de explotación porque hay cinco sentencias judiciales que ponen de manifiesto la necesidad de que haya un caudal ecológico en el río Tajo.
"Es curioso porque los caudales ecológicos están impuestos en todos los ríos de España, menos en la cuenca del Tajo y la cuenca del Ebro. Se ponen en la planificación del año 2023 y, curiosamente, el resto de regiones que tienen sus caudales ecológicos puestos en sus confederaciones no se quejan de sus caudales ecológicos, pero sí se quejan de los de la cuenca del Tajo", ha lamentado.
Es en este punto en el que ha defendido que los caudales ecológicos son necesarios porque sin ellos "los ríos se mueren". "Por lo tanto, Castilla-La Mancha no va a cejar en su empeño, no solo de que se modifiquen las reglas de explotación, sino de que se cumplan los caudales ecológicos", ha agregado.
Con todo, ha reiterado que las reglas de explotación tienen que venir dadas por un régimen no solo natural del río, sino también con un régimen estrictamente técnico de uso de los embalses de cabecera, "porque son los únicos embalses de toda España que no tienen asignado un caudal de desembalse".
"Eso quiere decir que, entonces, cualquiera puede hacer lo que quiera con ellos y, evidentemente, no se puede hacer lo que uno quiera con ellos", ha manifestado, para agregar los embalses de cabecera tienen que aportar los usos de la cuenca para la cabecera "nos pongamos como nos pongamos".
Se ha preguntado finalmente qué va a suceder si se modifican las reglas de explotación para poder cumplir los caudales ecológicos, para responder que lo que puede suceder es que el acueducto Tajo-Segura, en lugar de transportar una media de 360 hectómetros cúbicos al año sólo pueda transportar 80 o 100.
Lo que, bajo su punto de vista, no significa acabar con el trasvase por lo que ha puesto de manifiesto que el Levante tiene el agua desalinizada, que puede utilizar y no lo hace "porque les resulta más cómodo utilizar el agua del trasvase".
"Por lo tanto, esas reglas del juego no nos interesan a Castilla-La Mancha y con esas reglas del juego nosotros no queremos seguir jugando. Y desde luego, si se empeñan en dinamitar los caudales ecológicos, el Gobierno de Castilla-La Mancha no se estará quieto", ha concluido.