TOLEDO, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado su nuevo 'Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030', una estrategia consensuada con entidades locales, consorcios de residuos, empresas gestoras y asociaciones, que llega con 26,5 millones de euros y que ha contado con una evaluación positiva por parte de la Comisión Europea, al cumplir el cien por cien de las directivas europeas.
Tal y como ha informado la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, en rueda de prensa, este nuevo plan se centra en la prevención en gran medida, con 14 principios rectores y 39 actuaciones concretas para avanzar en la gestión de los diferentes flujos de residuos.
Entre sus objetivos, contribuir a la protección del medio ambiente, a la salud de las personas, fomentar la economía circular potenciando la reutilización y el reciclado y mitigar los efectos del cambio climático.
Esos 26,5 millones de euros, ha dicho, abarcan solo cuatro años, por lo que se irá mejorando la financiación contando con recursos procedentes de fondos Feder para ampliar el horizonte a 2030.
Mejorar construcciones, adquisición de nuevos equipos y maquinaria o planes de concienciación ambiental están dentro de las líneas de actuación de este plan, que "nace con la visión de ser un plan que, aunque concluya en 2030, sea revisado cada seis años", sirviendo así de base para ir actualizando y evitar hacer planes nuevos.
2,7 MILLONES DE TONELADAS
En Castilla-La Mancha se generan 2,7 millones de toneladas de residuos, un 40% de gestión municipal, que se caracterizan por restos, envases, papel y cartón y vidrio. Además, contempla en este punto los puntos limpios, que amplían la recogida a otro tipo de residuos.
Del 60% restante, más de la mitad son residuos de construcción y demolición; un 18% agrarios; y un 7% de lodos de depuradoras. Para gestionarlos son 11 los objetivos estratégicos que dan forma al plan.
La estrategia, además, planea preparar normativamente a la región para poder acoger empresas de tratamiento de residuos para su valorización, orientadas, por ejemplo, a la descarbonización del sector aeronáutico, para lo cual ya hay varias interesadas, tal y como ha desvelado.