(Rogamos sustituyan esta noticia por la anterior sobre el mismo tema por un error en el titular y en el primer párrafo. Queda como sigue)
GUADALAJARA, 25 (EUROPA PRESS)
Los marroquíes y libios asentados en Castilla-La Mancha viven con "mucho dolor, impotencia y angustia" los efectos del seísmo de Marruecos y de las inundaciones en Libia, donde han dejado familia y amigos.
Ante este hecho y aunque por el momento no hay constancia de que hayan llegado inmigrantes de estos países aun, el responsable regional de Accem en Castilla-La Mancha, Braulio Carlés, ha reivindicado más apoyo en origen por parte de los países desarrollados para que su población no se vea obligada a dejar sus países.
Carlés, en declaraciones a Europa Press, no ha dudado de que el terremoto de Marruecos y las inundaciones en Libia van a conllevar la llegada de más inmigrantes a países desarrollados como España y, por ello, ha vuelto a reivindicar unas políticas migratorias "ordenadas y generosas" y ayudar a estas personas no solo cuando vengan sino antes de que salgan.
"Es buen momento para ordenar las políticas migratorias con una mayor generosidad y hacer unas planteamientos más solidarios", ha señalado el responsable de Accem, para quien esto pasa por pensar tanto las ayudas en origen como en destino.
En su opinión, no hay que ver este hecho como una alarma sino como una realidad a la que hay que hacer frente porque "no se puede dejar a la gente morir en el mar", sino que se trata de una situación que deben afrontar los países desarrollados y eso se traduce en ser "mucho más generosos".
Carlés ha pedido a la sociedad que vive en países desarrollados mirar con una perspectiva mundial porque "hay mucha gente que lo está pasando muy mal", de ahí que considere que es necesario actuar cuanto antes. "Si no se hace por generosidad, que se haga por egoísmo", subraya.
"No se trata de poner puertas al campo ni de que vengan todos, porque no hay capacidad", ha reiterado, lamentado aquellas "actitudes farisaicas" de quienes están dispuestos a ayudar pero manteniendo lejos a esas personas.