GUADALAJARA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cabanillas del Campo (Guadalajara) acoge este viernes un evento en el que los mejores narradores de España, como Alberto Sebastián, Ana Griott, Bego Perera Cruz, Carles García Domingo, Charo Pita, Estrella Escriña, Estrella Ortiz, Féliz Albo, Ines Bengos, Légolas Colectivo Escénico, Mon Mas, Pablo Albo o Pepe Maestro; se reunirán para celebrar los 25 años en la profesión del cuentista cabanillero Pep Bruno.
El propio Bruno, en una entrevista a Europa Press, indica que contar una historia es un modo de revivirla y considera que de alguna forma los narradores habitan los cuentos que cuentan. "Nosotros no actuamos, contamos desde nuestra propia voz, una voz cargada de verdad", ha añadido.
El principal reto por tanto, según ha indicado el organizador del evento, es el de no quedarse "completamente desnudo" en escena. Para ello hay que encontrar un lugar "donde dar todo" y al mismo tiempo "preservar algo de uno mismo", ha agregado.
El acto --que tendrá lugar en la Casa de la Cultura de Cabanillas del Campo-- será presentado por el periodista Juan Solo y la entrada tendrá un coste de dos euros. Los beneficios recaudados irán destinados íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer.
Este evento forma parte de un amplio programa que ha desarrollado este artista en colaboración con el Ayuntamiento de Cabanillas y la Biblioteca Municipal y, por el cual, se han realizado 14 actos en diferentes espacios de la localidad.
LOS CUENTOS NOS HAN HECHO HUMANOS
"Los cuentos nos han hecho humanos. Las historias hicieron a los seres humanos que hicieron las historias. Por eso siempre estamos dispuestos a escuchar una buena historia, es algo que resuena en lo más íntimo y profundo de cada uno de nosotros. Son puro alimento", explica este autor.
Para este autor, los cuentos "cultivan la ficción, entretienen, emocionan, trabajan la atención, fomentan la creatividad, dan la voz al más débil, son los sueños de la comunidad, llegan adonde la razón no alcanza, fomentan el criterio estético y artístico, dan palabras, amplían el mundo, precisan y generan espacios de libertad, nos entrenan para la vida, trabajan la expresión oral, son gimnasia para el pensamiento o preservan la memoria común".
Tras ejercer esta profesión durante 25 años cree que además de ser leídos, contados, soñados o escuchados tienen muchos más significado como "mirada, palabra, emoción, viaje, risa, astucia o verdad".
Todo empezó el 4 de febrero de 1994 cuando Pep Bruno y su mujer se atrevieron a ir la primera edición del Viernes de los Cuentos. Era una propuesta organizada por el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara y la Biblioteca Pública del Estado. Por aquel entonces, se abría la biblioteca a las 23.00 horas y quien quería podía acercarse a contar cuentos o a escucharlos. "Nosotros fuimos a escuchar y, sin saber muy bien cómo, yo acabé contando. Aquel fue un primer paso de un largo camino que me ha traído hasta aquí", admite Pep.
Son muchos los recuerdos que ha ido acumulando en estos 25 años. Sin embargo, la gran mayoría estarán relacionados con funciones señaladas en las que "ocurrió algo especial". En su opinión, en todo espectáculo de narración hay algún "momento memorable". Por ejemplo, recuerda con mucho cariño las funciones de cuentos que está haciendo en su pueblo estos días para festejar este 25 aniversario contando cuentos. "Es, en verdad, un momento muy especial para mí".
TODO EL MUNDO PUEDE Y DEBE CONTAR CUENTOS
Para ser narrador de cuentos tan solo hace falta "tener una historia que contar y un público al que contar". Desde su punto de vista, todo el mundo "puede y debe" contar cuentos. Sin embargo, para ser un "buen narrador" se tienen que tener ciertas características como "una mirada y una escucha atentas, una voz propia, ser honesto y respetuoso con el público, con las historias, con el colectivo de profesionales, no dejar de reflexionar ni de formarse, tener capacidad de juego con las historias, con las palabras, con el público y mimar un repertorio propio".
También juega un papel muy importante el lenguaje no verbal. "No tiene que ser redundante pero sí que tiene que aportar, apoyar, añadir información a lo que se cuenta". Aunque recuerda que no hay que olvidarse de que la verdadera protagonista es la historia. "Yo soy bastante parco con el lenguaje no verbal. Digamos que disfruto más enredando con la palabra desnuda, paladeándola, jugando con ella y dando color a la historia. Podría decirse que pertenezco a una rama más palabrera que teatrera de la narración".
Por otra parte, Pep Bruno cree que es más importante el contexto. "Esto de contar cuentos es una propuesta artística muy sencilla formada por un cuentista, un público y una historia, pero también muy frágil. Cualquier detalle inconveniente puede dar al traste con todo el trabajo previo como una sala ruidosa o con mala acústica, un espacio frío o en el que hace mucho calor, una ventana que despista, una puerta visible para el público. Son muchos detalles los que hay que tener en cuenta".
Todo ello hace que contar un cuento sea una "gran responsabilidad" y al mismo tiempo" una gran felicidad. Es el momento de la historia, de irse de viaje, de disfrutar de una gran aventura en buena compañía".
25 AÑOS CONTANDO CUENTOS
Este viernes este autor celebra sus primeros 25 años contando cuentos. "Los cuentos me han dado mucho. Por eso quería celebrarlo de una manera especial", para añadir que no hay forma más especial que "escuchando y contando cuentos con la gente que quieres". Además, y coincidiendo con este aniversario, se han publicado dos libros 'Contar' y 'En busca de los tres reyes animales".
El primero de estos dos libros es un libro informativo, pensado para niños a partir de diez años y jóvenes que "da unas cuantas pistas para contar cuentos". El segundo libro es una mezcla entre novela juvenil y libro informativo cuyo objetivo es acercar la tradición oral a los estudiantes de secundaria. "Espero que tengan buena acogida, y creo que también va a interesar a los adultos que se animen a contar cuentos", ha concluido.