GUADALAJARA, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El obispo de la diócesis Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, ha pedido a los fieles que digan "no" a la "cultura de la muerte" tras señalar cómo "un grupo mayoritario de personas" ha aceptado "con indiferencia" la aprobación la eutanasia, lo que a su juicio pone de manifiesto la existencia de una "enfermedad espiritual y una deformación moral, que precisan ser curadas".
"Quiera Dios que se reavive la conciencia y aumente el compromiso de todos a favor de la vida", ha apuntado en su carta semanal de esta semana Rodríguez, tras reconocer el "salto" al egoísmo existente como filosofía actual y "la necesidad de ampliar los derechos y libertades sociales, sin reconocimiento de normas morales".
Según indica en su carta, esta cultura, "en la que se defiende la libertad absoluta, la supremacía del fuerte sobre el débil y la muerte sobre la vida, afecta hoy a muchas personas" en la sociedad, una mentalidad con la que a juicio del obispo "actúan hoy quienes defienden sin escrúpulos el aborto y la eutanasia, como signos de progreso y como posibilidad de decidir sobre la vida de sus semejantes".
Sin culpar a nadie por la aprobación de esta ley, Rodríguez piensa que se debería hacer un examen de conciencia dado que, en mayor o menor medida, con esta "indiferencia y superficialidad, somos culpables de la aprobación de estas leyes que atentan contra la vida de nuestros hermanos".
LA MISA DEL GALLO, EN MANOS DE LOS PÁRROCOS
Por otro lado, el Obispado de Guadalajara ha remitido una carta a los párrocos de la diócesis Sigüenza-Guadalajara en la que, al limitarse el toque de queda a las 00.30 horas con motivo de la pandemia, les da margen para que cada parroquia ponga su horario y adelante a última hora de la tarde la celebración de la Misa del Gallo de la Nochebuena, siempre de acuerdo a las normas sanitarias que rigen en Castilla-La Mancha.
Ante la circunstancia sanitaria dominante y las normas de convivencia restrictivas que le acompañan, el Obispado ha remitido una nota a los párrocos sobre la celebración de la Misa del Gallo con indicaciones acordes con las normas de la comunidad.
Cada párroco establecerá el horario que considere oportuno para esta eucaristía con tal de respetar las limitación horaria, pudiendo adelantarse la celebración al final de la tarde.
Además, este año dejará de ofrecerse la imagen del Niño Jesús para la veneración de los fieles al concluir las eucaristías, tanto de este día como de los días solemnes posteriores, para evitar que se bese y toque las imágenes "como se viene haciendo desde el inicio de la pandemia", según han confirmado desde el Obispado.