Una operación conjunta desmantela 900 plantas en un cultivo de interior de Quer (Guadalajara)

GUADALAJARA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Guadalajara y la Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara han desmantelado una plantación de marihuana de interior de alto rendimiento en la localidad de Quer tras una operación que se saldó con la detención de tres individuos integrantes de un grupo criminal como presuntos autores de los delitos de cultivo y de elaboración de drogas tóxicas y de defraudación de fluido eléctrico, requisando 900 plantas de un peso aproximado de 175 kilos.

Estas detenciones fueron practicadas por agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Azuqueca de Henares y de la UDEV de la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía de Guadalajara tras las distintas investigaciones practicadas que posibilitaron el descubrimiento de una plantación de marihuana que estas personas cultivaban en una nave industrial de la localidad de Quer, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.

En la noche del pasado jueves los agentes practicaron un registro en la nave citada con anterioridad en el que se logró detener a dos personas, desmantelar la plantación que contaba con 892 plantas en distintas fases de crecimiento que arrojaron un peso de 175 kilos.

También se logró desmantelar una sotisficada instalación destinada para facilitar y acelerar el crecimiento de las plantas que contaba entre otros efectos con 7 aparatos de aire acondicionado, 15 ventiladores, 3 filtros de carbono, 3 paneles LED, 28 lámparas de alto voltaje, un aparato generador de ozono y una maquina centrifugadora para tratar los cogollos de marihuana, así como otros productos y enseres para el cultivo de las plantas.

Por último se logró esclarecer la existencia de un enganche ilegal al suministro eléctrico, gracias a las mediciones del consumo de electricidad realizadas por operarios de la empresa encargada de suministro en la zona que permitieron la detección de un enganche directo a la red eléctrica.

Se estima que la cantidad defraudada a la compañía encargada del suministro eléctrico podría ascender a unos 35.000 euros en este último año.