TOLEDO, 5 Dic. (EUROPA PRESS) - El delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha, Manuel González Ramos, ha presentado en rueda de prensa el resultado de la explotación de la denominada operación 'Merín', que se ha saldado con un total de 17 detenidos por trata de seres humanos y explotación laboral, ya que sometían a al menos 150 trabajadores del campo captados con anterioridad, sobre todo en Rumanía. González Ramos, que ha estado acompañado en rueda de prensa del general jefe de la Guardia Civil de Castilla-La Mancha, Manuel Llamas, y el teniente coronel y jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, Jesús Rodrigo, ha mostrado su satisfacción por un día "muy importante" en el que hay que felicitar a la Benemérita. En su intervención, el delegado del Gobierno ha tachado estas prácticas de "esclavitud del siglo XXI", con un 'modus operandi' que pasaba por engañar a las víctimas con falsas ofertas y generando con la organización criminal deudas injustificadas para mantener la vinculación con los explotados, que en muchas ocasiones eran amenazados e incluso agredidos. Los cabecillas de la trama eran un matrimonio y su hijo, y las detenciones se han extendido a otras 14 personas que se encargaban sobre todo del control de las víctimas en las explotaciones. Entre los delitos que se les atribuyen se encuentran no sólo trata de seres humanos para explotación laboral, sino además falsificación documental, usurpación de estado civil, blanqueo de capitales o pertenencia a organización criminal. El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, Jesús Rodrigo, ha explicado que la investigación se ha ido desarrollando de forma paralela con otras operaciones. Se inició en el mes de diciembre a raíz de una información sobre un grupo de personas que se dedicaba a la contratación de personal en tareas agrícolas en la localidad de La Roda. Este grupo, ha detallado, se organizaba en base a un clan familiar que ejercía como cabecilla de las contrataciones, con otro grupo de apoyo que se dedicaban fundamentalmente a la captación de las víctimas y a su control. Estaban "perfectamente organizados" y "se aprovechaban de personas vulnerables, fundamentalmente de origen rumano, para contratarlos en estas empresas y someterlos a unas condiciones laborales extremas". "Se les prometían remuneraciones económicas que no percibían ya que al formalizar los contratos, les cobraban por alojamiento, manutención y traslado. Esto provocaba la generación de una deuda superior a los ingresos que percibían por los trabajos", ha detallado. Las jornadas laborales se extendían hasta a 14 horas al día, e incluso se imponían sanciones a los trabajadores por motivos como olvidarse el material para agrandar así la deuda que mantenían con los explotadores. Para proceder, les retiraban la documentación y utilizaban amenazas e incluso agresiones cuando algunos temporeros querían desvincularse. En total, se podrían haber sometido a explotación laboral a cerca de 150 personas, a los que albergaban en condiciones infrahumanas. Durante la investigación se ha detectado que los supuestos empresarios habían conseguido una gran cantidad de ingresos, y se han bloqueado cuentas por valor de más de 100.000 euros además de intervenir vehículos y propiedades de gran valor a través de los cuales blanqueaban el dinero. Tenían constituida una empresa a través de la que formalizaban contrataciones reales, sirviéndose de falsificación documental para evitar las posibles inspecciones. La operación ha sido coordinada con la Inspección de Trabajo y un juzgado de La Roda, si bien las actividades se realizaban en zonas de la comarca e incluso en la provincia de Cuenca. Los detenidos han sido puestos a disposición judicial.