Oropesa mantiene sus Jornadas Medievales pese al derrumbe Colegio de Jesuitas: "Trabajaremos día y noche"

TOLEDO 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Oropesa (Toledo), Rubén Zapardiel, ha confirmado que el municipio sigue adelante con sus XXIII Jornadas Medievales, que se celebran del 12 al 14 de abril, a pesar del derrumbe de la fachada del antiguo Colegio de los Jesuitas, un edificio Bien de Interés cultural de propiedad privada situado en calle Compañía y anexo a la Iglesia de San Bernardo de la localidad.

En declaraciones a Europa Press, Zapardiel ha asegurado que van a trabajar "día y noche" y todo lo que sea necesario para que todo esté listo para celebrar el acontecimiento cultural más importante del municipio, donde más de 40.000 personas se dan cita.

"La prioridad es absoluta" y se va a trabajar en afianzar los muros y derribar todo lo que pueda llegar a venirse abajo "para garantizar la seguridad" en unas jornadas que son referencia cultural.

Oropesa ha recibido la visita esta mañana de los técnicos de Patrimonio. "Nos han estado asesorando", ha dicho el alcalde, quien tiene "muy claro" que lo primero es la seguridad. No obstante, "estamos almacenando todos los escombros caídos para su posterior revisión y comprobación".

"En un principio entendemos que las jornadas se tienen que desarrollar con total normalidad. Vamos a trabajar día y noche, todo lo que sea necesario. Tenemos empresas de la localidad que están haciendo un buen trabajo, que tienen un compromiso más allá de lo profesional", ha subrayado el alcalde de Oropesa.

Aunque Rubén Zapardiel está "triste" porque se ha producido "una pérdida importante en cuanto al patrimonio" que tiene la localidad, por otra parte está "aliviado" porque "no ha habido ningún daño personal, y eso es muy importante".

COLEGIO DE LOS JESUITAS

Se trata de un edificio Bien de Interés Cultural sito en calle Compañía y anexo a la Iglesia de San Bernardo de Oropesa. Es una edificación muy antigua aproximadamente del siglo XVI, constituido por varias plantas y que fue fundado por el virrey del Perú don Francisco de Toledo. Llegó a tener el privilegio de Universidad y pasó a denominarse Real Casa de Enseñanzas de Carlos III, por lo que ostentó el Escudo Real en la puerta principal.

Su construcción estaba compuesta por muros de mampostería de granito, ladrillo macizo de tejar formando aparejo a la toledana, forjados de vigas y cuartones de madera.

Es un edificio de propiedad privada, del que existen informes del Ayuntamientos ya desde 2006, indicando su estado de "ruina total inminente", que indican la necesidad de ejecutar trabajos necesarios para evitar el derrumbamiento de dicho edificio.

Constan en esas fechas, escritos a la Comisión de Patrimonio, enviando reportajes fotográficos y requiriendo asesoramiento de cómo proceder con el inmueble. Igualmente se informó por escrito a los propietarios, desde el propio Ayuntamiento y desde la Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el estado de ruina inminente para que la propiedad tomase las medidas correspondientes.

Con fecha de 2014, se tramitó un expediente motivado por el deterioro del inmueble, para la ejecución subsidiaria de las obras necesarias de trabajos en el inmueble de "cosido de muros de la fachada del colegio de los Jesuitas", realizando el proyecto el técnico municipal de entonces y a cuenta de este Ayuntamiento, ascendiendo dichas obras al coste de 26.246,89 euros, que fueron pagados por el consistorio y que fueron notificados los interesados que nunca abonaron los mismos.

Posteriormente tras asegurar los muros, en el año 2019, se colocaron uno testigos para ver la evolución del desplome de dicha fachada y se delimitó con un vallado la zona de fachada principal, para evitar daños de caída de cascotes o restos de fachada y evitar riesgos a viandantes.

Actualmente por parte de los servicios técnicos se estaba trabajando en la realización de un informe sobre el problema por el riesgo más que inminente del caída del edificio, ya que desde las fuertes lluvias torrenciales del pasado mes de marzo los testigos del edificio se habían quebrado, por lo que el Ayuntamiento contactó con una empresa especializada en estabilización de inmuebles en ruina, quien tras visitar el inmueble "nos presentó un presupuesto de estabilización de muros por importe de 193.000 euros aproximadamente".

Finalmente, el alcalde ha explicado que el edificio es propiedad de "una línea de sucesión de herederos". Actualmente, el Ayuntamiento tiene controlados unos 22-23 propietarios, de los cuales o bien viven fuera del municipio o fuera de España. "Hemos enviado siempre notificaciones" y el Ayuntamiento nunca ha obtenido respuesta.